Una ONG denuncia descontrol en las subvenciones de Rioleón Safari

Tigres desnutridos y con pérdida de masa muscular: Animales con colas amputadas. Positivos por tuberculosis. Fieras sin esterilizar o con implantes anticonceptivos caducados. Macacos afectados por herpes virus, una infección que puede resultar mortal en caso de contagio a los humanos. Antílopes atacados mortalmente por los zorros que habían conseguido saltar las vallas del parque o sacrificios de crías con un tiro en la cabeza. Estas son las anomalías que presuntamente presentaba el que fuera el popular parque Rioleón Safari, rebautizado más tarde como Aqualeón, de Albinyana (Tarragona). Después de meses de trámites, finalmente se ha procedido al traslado de los animales que aún quedaban en las instalaciones. Como ya avanzó EL PAÍS, los doce leones y cuatro osos que restaban cautivos volaron ayer hasta un santuario de animales en el estado norteamericano de Colorado. El traslado, considerado de alto riesgo por tratarse de fieras salvajes y en el que hizo falta la colaboración de más de cuarenta personas, ha permitido tener acceso a los animales y la entidad proteccionista Faada ha destapado el mal estado en el que se encontraban desde hacía un largo tiempo.

Aqualeón es propiedad de Aspro Parks, un grupo empresarial que tiene 41 parques en Europa, de los cuales 13 están repartidos entre Cataluña, Baleares, Andalucía y Canarias. Aspro Parks impedía en los últimos meses la entrada al recinto de Albinyana a pesar de que los animales que había en el parque eran titularidad de la Generalitat desde hacía más de 20 años. En concreto, la administración catalana tutelaba las fieras desde 1992, cuando la anterior empresa que gestionaba el espacio quebró. A lo largo de dos décadas el departamento de Medio Ambiente llegó a desembolsar 590.000 euros anuales como subvención a Aspro Parks para que la compañía se hiciera cargo de la manutención y tuviera el debido cuidado de las fieras que tenía en sus instalaciones de Albinyana, unos animales a los que, en temporada estival, usaba como reclamo para atraer turistas. La entrada al recinto tiene un precio de 6'80 euros para los niños de cuatro años y de 24 euros para los adultos.

A pesar del monto millonario recibido, las revelaciones de Faada, que colaboró con la Generalitat en el traslado de los animales y es especialista en fauna exótica, señalan un pésimo estado del recinto y una falta de cuidado en el trato a los animales. En este sentido, la entidad apunta que "nos preguntamos adónde ha ido el dinero de la generosa subvención de la Generalitat y por qué la Administración no ha hecho un seguimiento más cuidadoso del dinero público".

"Con esta cantidad de dinero los animales deberían tener lustre y las instalaciones deberían estar perfectas", señala Laura Riera, una de las técnicas de Faada que ha hecho el seguimiento de las fieras. Citando fuentes de los trabajadores del parque, se pone de relieve una escasez de medios que llevaron a la dirección de Aspro Parks a prescindir incluso de un veterinario fijo.

Jesús Marcos, director del parque, matiza que la ley faculta a la instalación a tener contratado un servicio de veterinario externo y que no es necesario tener un profesional en el lugar durante las 24 horas. En cualquier caso, el director niega ningún tipo de maltrato y ni siquiera dejadez en la tutela de las fieras. "Los animales no son nuestros, había un convenio con la Generalitat por el que nosotros nos encargábamos de cuidarlos. Este convenio se ha roto y la Generalitat ha buscado una nueva ubicación para los animales, pero en ningún caso porque aquí se les haya maltratado", asegura. Marcos informa de que Aspro Parks tenía decidido prescindir de la fauna salvaje en el parque y apostar solamente por el entretenimiento acuático a base de toboganes y piscinas, pero matiza que la empresa nunca se dejó llevar por la dejadez en lo que a la custodia de los animales se refiere.