Ecuaciones y platillos voladores

Una pizarra repleta de las complicadas ecuaciones de la Mecánica Cuántica, que rigen el mundo de lo diminuto, bien podría ser, para los profanos que no encuentran el significado de los símbolos, algo así como una pieza de expresionismo abstracto. De esto se dio cuenta el fotógrafo Alejandro Guijarro que recorrió algunos de los centros de investigación en este área más potentes del mundo (Oxford, Cambrigde, MIT, Berkeley, CERN) fotografiando las pizarras tal y como se las encontró. El resultado es la exposición Momentum, una colección de reproducciones a tamaño real de estas pizarras que podrían evocar algunas obras de Basquiat o de Cy Twonbly, y que se puede ver en la Galería Malborough (Orfila, 5) hasta el 20 de junio dentro del festival Photo España Off.

Aunque vivamos en mundo de falsas trincheras entre las ciencias y las humanidades, la ciencia también es cultura, y uno de los puentes más interesantes con otras disciplinas es el que nos otorga el arte. Así, coinciden en Madrid otras propuestas que aúnan ambas formas de ver el mundo. Por ejemplo la exposición Arstronomy, incursiones en el cosmos, en La Casa Encendida (Ronda de Valencia, 2), hasta el 30 de agosto. Una muestra comisariada por Danielle Tilkin en la que varios artistas se aproximan a temas como la llegada del hombre a la Luna, la ciencia ficción o los viajes espaciales, dando nuevas expresiones imaginativas y fantásticas a la astronomía, la tecnología y la política. La exposición se complementa con el ciclo de conferencias El cielo habitado (los días 27 y 28) en el que varios expertos hablarán sobre la influencia en la cultura de la hipotéticas existencia de vida extraterrestre y la visión establecida en el imaginario popular de los alienígenas y los platillos voladores.

En la galería José de la Mano (Zorrilla, 21) se pueden ver la videoinstalaciones con base matemática de la exposición Geometrías Afines, comisariada por Aramis López como parte del festival a3bandas. Aquí se ve como el cálculo numérico y la computación ha permitido crear nuevas formas de arte que introducen la cuarta dimensión, el tiempo, y, en este caso con un denominador común: el cuerpo del artista.