El operador de la Ciudad de las Artes y las Ciencias invertirá 25 millones

Avanqua, la empresa que ha ganado el concurso para gestionar buena parte de la Ciudad de las Artes y las Ciencias durante los próximos 15 años, invertirá 25 millones en mejorar las instalaciones de L’Àgora y sobre todo de L’Oceanogràfic. En este último espacio, el único “con tornos” y por ello con recuento exacto de entradas en el gran complejo ideado por el arquitecto Santiago Calatrava según dijeron sus futuros gestores, el objetivo es alcanzar 1,25 millones de visitantes de media al año durante la duración del contrato. La concesionaria también aportará “contenidos” al Museo de las Ciencias Príncipe Felipe.

Los socios de Avanqua son Aguas de Valencia, la firma Ket Gestión y el Acuario de Vancouver. La oferta con la que han ganado el concurso convocado por la Generalitat es de 67 millones de euros. El primer canon, de cuatro millones, se abonará de entrada al Gobierno autonómico y el resto, que se concretará anualmente en función del número de visitantes, saldrá “del flujo de caja”, afirmó Eduardo Nogués, representante de Ket Gestión. “Buscamos satisfacer a los visitantes con experiencias que entretengan y que también aporten conocimiento cultural y científico”, indicó la presidenta de Avanqua, Celia Calabuig.

L’Àgora, el edificio más infrautilizado hasta ahora del conjunto, no albergará una exposición permanente, sino que funcionará como “contenedor cultural” con un “calendario de actividad variado”. Habrá conciertos de música, pero también “eventos corporativos y sociales”, y los futuros gestores no descartan que pueda seguir celebrándose en su interior el Valencia Open 500 de tenis.

Los nuevos responsables de las instalaciones -empezarán a trabajar en ellas en principio en verano- han previsto un nuevo sistema de transporte "interno", ya que consideran que ahora moverse de un edificio a otro resulta "cansino".

El presidente del Acuario de Vancouver, John Nightingale, señaló que uno de los cambios que prevén introducir en L'Oceanogràfic consistirá en que biólogos expliquen a los visitantes el contenido de las peceras y sus curiosidades, y que lo mismo hagan los entrenadores después de las demostraciones con animales. "A los humanos les gusta hablar con humanos", dijo Nightingale, que definió al acuario canadiense que preside como una entidad sin ánimo de lucro ni fondos públicos que nació hace 59 años y se ha distinguido por el respeto a los animales -fue el primero, aseguró, en renunciar a la captura de ballenas y delfines salvajes- y por impulsar programas de cuidado del medioambiente, por ejemplo contra el aumento de plásticos en los océanos.

El consejero de Economía, Máximo Buch, afirmó que a diferencia de los anteriores gestores, que solo eran responsables de L’Oceanogràfic, los nuevos sí tendrán interés en que los visitantes acudan a otras zonas de la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Ente bromas, Buch consideró conservadora la previsión de visitantes: “Espero que lleguemos al menos a dos millones”.