Endesa frena la construcción de una presa en la Noguera Ribagorçana

La eléctrica Endesa ha decidido frenar el proyecto de construcción de una presa en la Noguera Ribagorçana, a su paso por el municipio de Sant Esteve de la Sarga (Pallars Jussà). Generalitat y entidades ecologistas habían mostrado su oposición al embalse, que iba a inundar una zona protegida en la que habitan especies como la nutria y el quebrantahuesos.

Un portavoz de la eléctrica afirmó ayer, sin querer dar más detalles, que Endesa no emprenderá “un proyecto de estas características si se topa con oposición social y ambiental”. El consejero de Territorio Santi Vila, por su parte, se felicitó por la decisión de la compañía. “Hemos sido contundentes al oponernos al proyecto. Que se haya descartado es una gran noticia para el territorio”, sostuvo Vila en un comunicado.

Endesa se planteaba construir una presa de 33 metros de altura cerca del desfiladero de Mont-rebei y del vecino embalse de Canelles. La instalación, de una potencia equivalente a 6.900 kilovatios y con capacidad para almacenar 15,75 hectómetros cúbicos, se debía alzar en un espacio protegido por la Red Natura 2000, considerado además Zona de Espacial Protección para las Aves (ZEPA). El Departamento, además, baraja declarar un nuevo parque natural en la zona antes de 2017. Por estos motivos Territorio envió ayer un informe contra la puesta en marcha de la instalación al Ministerio de Medio Ambiente.

El Departamento sostiene en el documento que la puesta en marcha del embalse podría afectar a la fauna del lugar, además del bosque de ribera que rodea la zona. Se trata de una reivindicación compartida con las entidades ecologistas. “El embalse, que se construiría a 500 metros de la entrada del desfiladero, generaría un efecto barrera que puede impedir a las nutrias desplazarse libremente. Y para los peces, la presa sería un obstáculo insalvable”, sostiene Joan Vázquez, portavoz de la entidad ecologista Ipcena.

Territorio alegó que el embalse afectaría a la nutria y destruiría el bosque de ribera

El proyecto, además, también podría dañar el atractivo turístico del lugar, que “atrae a miles de turistas al año”, según Marta Subirá, directora general de Políticas Ambientales de Territorio: “Es una zona declarada Star Light [donde es fácil ver el cielo estrellado]. La contaminación lumínica de la presa podría poner en peligro esto”.

El proyecto se planteó por primera vez hace “más de diez años”, según el portavoz de Endesa. Ya en 2006 desató las protestas de las entidades ecologistas, que reclamaron su cancelación. Sin embargo, no ha sido hasta el pasado marzo que el conflicto entró en una segunda fase, cuando la Confederación Hidrográfica del Ebro sacó a información pública el proyecto.

La aparición, por segunda vez, del proyecto provocó la cólera de las entidades ecologistas. Estas, unidas en una plataforma contraria a la construcción del embalse, han reunido miles de firmas contra la iniciativa. “Hemos recogido cerca de 5.000 en [la web] Change.org y más de 7.000 en papel”, explica Vázquez.

La batalla, además, también prosigue en los juzgados. La plataforma planea presentar alegaciones por vulneración de la Ley de Procedimiento Administrativo. Los ecologistas alegan que el plazo de consulta pública caducó con la puesta en marcha del proyecto, hace más de una década, al tiempo que sostienen que se debería volver a presentar.

Aunque los ecologistas celebran el freno al proyecto, prefieren ser cautelosos. “Mantendremos las protestas hasta que Endesa anuncie la retirada definitiva del proyecto”, promete Vázquez.