“No quiero saber nada del dinero”
EL PAÍS reproduce fragmentos de la declaración de Pujol ante la juez, en la que se sacudió responsabilidades sobre la fortuna oculta
Jordi Pujol declaró durante una hora y 46 minutos ante la juez que le investiga por blanqueo de capitales y fraude fiscal. El expresidente de la Generalitat, que se extendió en las respuestas —la magistrada tuvo que llamarle la atención varias veces por ello— reiteró que nunca quiso saber nada de la supuesta herencia de su padre. Pujol alegó que se desentendió por completo de la gestión y la supervisión del legado, que permaneció oculto en Andorra hasta el verano pasado. "No sé en qué país estaba depositado" (...) "No sé qué se hizo [con el dinero]", dijo Pujol, que vio la fortuna del padre como una "hucha" para sus hijos. "Deseaba que no sirvieran para hacer negocios, para especular con nada, sino como una hucha que no tenía que correr riesgos".
EL PAÍS reproduce media docena de fragmentos de una declaración en la que Pujol volvió, de forma reiterada, sobre las mismas ideas: que su padre había ganado el dinero con la compraventa de dólares, que tras su fallecimiento quedó en manos de dos gestores (ya fallecidos) y que nunca quiso saber nada de la herencia. Si no impulsó la regularización (el dinero estaba en manos de su mujer y de sus hijos) fue, dijo, por "miedo". "No es miedo al 23-F otra vez, pero es evidente, y solo hay que ver cómo han evolucionado las cosas, que dado mi historia, mi responsabilidad, lo que yo había representado en este país... Que de golpe aparezca todo esto era mucho".
La idea de regularizar los fondos, insistió, partió de sus hijos. Él la aceptó pese a ser consciente, declaró, del daño que causaría a su imagen pública. "Siempre había creído que tendría unas consecuencias importantes desde el punto de vista no político, pero sí de cara a lo que yo he representado y significado". Pujol también admitió que no tiene "documentos" para probar que la herencia procede del padre y que solo existe un escrito en el que el padre, Florenci, informa a su mujer de que está preocupado por la actividad política de Pujol y que tomará "decisiones para intentar asegurar" el futuro de la familia. "Es un escrito que no está firmado, tiene un valor relativo", dice Pujol, que no lo aportó al juzgado.
Por problemas de audición, Pujol pide acercar la mesa a la juez y en varias ocasiones le pide que repita la pregunta porque no la ha entendido. Al término de la declaración, el expresidente saluda una a una a las partes en la sala de vistas (acusación popular, abogado del Estado, fiscal, juez).
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