Veremonte exige un plan urbanístico a medida para desencallar BCN World
La empresa de Bañuelos descarta ejecutar la opción de compra de los terrenos a La Caixa
Confirmado. Veremonte ha decidido no ejecutar la opción de compra que vencía hoy para adquirir a La Caixa los terrenos sobre los que está previsto levantar el complejo de ocio dedicado al juego BCN World. La compañía niega que tenga problemas financieros para hacer frente al pago de los 377 millones de euros pactados y asegura que la operación se ejecutará "cuando se conozcan las condiciones del Plan Director Urbanístico (PDU) y del concurso de licencias de casino".
La compañía de Enrique Bañuelos prefiere esperar a tener la seguridad de que la Generalitat le ofrece las condiciones urbanísticas que ansía antes de hacer su primera gran inversión en el proyecto. Ya hizo algo similar cuando el consejero delegado de la compañía, Xavier Adserà, dijo en el Parlament que si no se cambiaba la fiscalidad de los casinos en Cataluña el proyecto no saldría adelante.
En un comunicado, BCN World asegura que "sigue trabajando en el avance del proyecto y su adecuación a las nuevas circunstancias que se han ido produciendo en los últimos meses". Señala también la compañía que la redacción del PDU, que el Gobierno catalán tiene previsto aprobar durante el próximo año, "es la condición anterior necesaria para el inicio de la construcción del complejo".
Los promotores del complejo no ofrecen excesiva luz sobre el momento que vive BCN World, pero aseguran que "es intención de las sociedades precualificadas vinculadas a BCN World seguir trabajando en el diseño de cada uno de los complejos turísticos integrados". Cuando se reúnan las condiciones necesarias, las empresas que se han aliado con Veremonte tendrán que optar a la compra de los terrenos. El interrogante está en si el Gobierno de la Generalitat juega otras cartas por si la de Veremonte se cayera.
En todo caso, Veremonte da por acreditado que tiene los recursos económicos necesarios para levantar el complejo. Para efectuar esa afirmación se basa en que la compañía y sus socios lograron tres de las cuatro precualificaciones del Departamento de Economía para entrar en la preselección para obtener una de las licencias de juego. Eso suponía presentar avales económicos para realizar una inversión de 1.200 millones de euros.
Veremonte opta directamente por dos licencias, una junto al grupo asiático Melco y otra con el estadounidense Hard Rock. Melco, además, puja en solitario por otro permiso para operar un casino. Junto a esas empresas figuran también en el proyecto la hotelera Meliá, la comercial Value Retail y Port Aventura. En el comunicado enviado también se incluye el gigante del juego Caesars, una marca inexistente a instancias de la Generalitat, ya que la oferta en la que tenía que participar fue descartada porque no cumplía las condiciones.
Fuera del perímetro de BCN World que controla Veremonte está la oferta, admitida por la Generalitat, efectuada por Grupo Peralada, que es una incógnita, pero que ha garantizado los 300 millones de euros mínimos de inversión que solicitaba la Generalitat.
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