José Luis Baltar, el político aficionado a los billetes grandes

“Cóbreme toda la barra”. El expresidente de la Diputación y del PP de Ourense José Luis Baltar dejó la impronta de su campechana generosidad durante las dos décadas de ejercicio de su omnímodo poder en la provincia. Baltar —condenado por un delito de prevaricación por enchufismo e investigado ahora judicialmente por supuesta financiación ilegal del PP y tráfico de dinero negro— acostumbraba a acudir a sus múltiples actos sociales o electorales bien provisto de billetes para hacer frente a cualquier eventualidad. Lo mismo invitaba a toda la concurrencia que saldaba deudas personales tirando de los fajos que llevaba en el bolsillo. Así pudo hacer callar, en un mitin celebrado en una aldea de Xinzo de Limia, en las elecciones autonómicas de 2011, a un alcalde pedáneo que le reclamó 3.000 euros. El autodenominado cacique bueno se fue raudo al coche, abrió el maletero y sacó, para pasmo de la concurrencia entre la que había representantes de la oposición, los 3.000 euros en billetes de 50 que entregó al reclamante.

 Inmerso en la campaña electoral en la que se jugaba el liderazgo del PP, Mariano Rajoy rebajó el episodio a la categoría de anécdota. “¿Qué quiere que le diga? Eso no va en mi programa; si nos ponemos a buscar anécdotas por toda España…”, solventó la pregunta sobre esa actuación que le formuló un periodista. Y Baltar siguió haciendo campaña arropando a Rajoy.

"Lo que necesitéis", instaba el autodenominado cacique bueno en los mítines a sus entregados electores a pedirle cualquier favor. Antes de coger del coche el fajo de 50 en la aldea ourensana, Baltar ya era conocido entre sus compañeros del Senado por su disposición a sacar del bolsillo algún billete grande con el que invitar a la concurrencia.

El dispendio del que siempre hizo gala era visible. Como el bulto del bolsillo de la camisa que dejaba traslucir algún billete de 500 en la inauguración de la Festa do Pemento de Arnoia, en 2006. En aquella celebración popular, un entonces pletórico presidente posó para la foto oficial —junto al que era conselleiro de Medio Ambiente del bipartito, el socialista Pachi Vázquez y el líder de su partido, entonces en la oposición, Alberto Núñez Feijóo— agarrado a la espumadera para dar vuelta a las hortalizas y con cientos de euros a la vista.

Un par de años más tarde, tuvo que dar explicaciones desde la presidencia de la Diputación por pagos en metálico de cantidades considerables. En 2008 viajó a Argentina y Uruguay, donde mezcló actos políticos e institucionales para, una vez más, meter en un brete a la dirección del PP gallego que miró hacia otra parte. En Buenos Aires, la comitiva que encabezaba el exbarón saldó “al contado”, según denunció entonces el PSOE, 75.000 euros a la empresa de catering que sirvió una comida a la que fueron invitados 2.000 ourensanos. Cuando los socialistas preguntaron en un pleno de la Diputación al expresidente de dónde había salido el dinero, este aseguró que había “pagado el PP”. Y puntualizó: “Pero no sabemos quién”. Después precisó que el viaje suyo y de su mujer lo había abonado de su bolsillo.

También cobró en metálico “por orden de Baltar” el extrabajador enchufado en la Diputación José Vázquez, El Argentino, a quien el expresidente envió de agente electoral a Sudamérica. Vázquez acudió a la fiscalía en 2011 para acusar a su expatrón de haberle pagado con dinero de la Diputación su trabajo para el PP. Pero El Argentino también aseguró que cuando salió de Ourense le dieron en el partido dinero en metálico “para gastos”. “Las comidas las pagaba el PP; eso sí, no sé con qué dinero”, acusó entonces. La fiscalía archivó la denuncia. Feijóo dejó en manos del PP de Ourense una investigación que quedó en nada.

Baltar nunca rehuía una invitación. “Hasta para que te entregaran un libro de los editados por la Diputación, en el servicio de publicaciones te remitían a él”, recuerda un empleado de la institución provincial. Lo suyo era el agasajo. Pero la denuncia del exgerente del PP de Ourense Emilio Pascual, que aseguró ante la juez que Baltar le entregó 24.000 euros en b para que renunciara a quedarse en el cargo con su hijo-sucesor, ha puesto en aprietos al exbarón, acusado de llevar en persona la caja b del partido.