El PP defiende en el Parlamento la eficacia sanitaria de Povisa
Los populares aseguran que desconocen el concierto del Sergas con el hospital privado
El PP intenta desligarse del oscurantismo que mantiene el Servicio Galego de Saúde (Sergas) sobre las condiciones en las que ha renovado el concierto con el hospital privado de Povisa. El portavoz de Sanidad del grupo popular en el Parlamento gallego, Miguel Ángel Santalices, insistió este jueves hasta la saciedad en comisión informativa en que si su grupo ha reclamado ahora (después de que lo haya reiterado sin éxito la oposición) que se hagan públicos todos los datos del concierto con el hospital vigués es porque “nosotros sabemos exactamente lo mismo”; esto es, “nada”. “Que quede claro que tenemos la misma información que ustedes”, subrayó. Con esta estrategia, superado ya el plazo para la presentación de recursos contra la renovación de la concesión, los populares intentan, sostienen fuentes próximas al PP, reaccionar ante la demanda de mayor transparencia por parte de la ciudadanía al tiempo que desmentir las informaciones “interesadas” sobre el convenio que, en su opinión, está transmitiendo la oposición.
Pero la demanda de información del PP sobre el convenio –que cuesta a las arcas públicas el doble que las obras del nuevo hospital de Vigo- se produce después de que el grupo popular bloqueara con su mayoría las peticiones en el mismo sentido realizadas por la oposición. PSOE, AGE, BNG y el grupo mixto elevaron ayer el tono de sus críticas contra el Sergas y contra los populares tildando de mofa su petición. Los grupos de oposición coinciden en señalar que además la opacidad del Sergas está afectando a la población de referencia de Povisa que no se atreve a pedir el cambio a un hospital público porque “desconoce las condiciones en las que puede hacerlo y teme perder su puesto en la lista de espera”, denunció la nacionalista Montse Prado. Una situación que “frena la fuga de pacientes de Povisa para que esta siga haciendo negocio”, acusó Carmen Gallego, del PSdeG, convencida de que la Xunta quiere que la oferta de elección de hospital de referencia “sea un fracaso”.
El PP reclama los datos que asegura desconocer mientras defiende su efectividad del convenio. Santalices, que reconoce que si Povisa perdiera 600 camas sería inviable y tendría que cerrar, alaba la gestión del hospital privado y asegura que sus pacientes tienen “la misma cartera de servicios” que los de los hospitales públicos considerando que se deriva a estos a los que necesitan alguno de los servicios que no ofrece el privado, y viceversa. “Povisa es imprescindible”, sentenció ayer Santalices. “No es normal que un hospital subvencionado con dinero público haya tenido 11 millones de beneficio el año pasado”, reprochó la portavoz del grupo mixto, Consuelo Martínez. La diputada de AGE Eva Solla alertó de que Povisa tiene un 16% menos de camas por habitante, un 20% menos de personal de medicina por habitante y un 28% menos de personal por cama que la media de los hospitales públicos.
El portavoz popular zanjó la cuestión responsabilizando al bipartito de haber firmado en sede parlamentaria, en 2006, el acuerdo de colaboración público-privada con Povisa que “supuso que Touriño cesara al día siguiente al director general de Asistencia Sanitaria”, Pablo Vaamonde. “Hagan ustedes panfletos como están acostumbrados” para que se trasladen los pacientes al CHUVI, exhortó Santalices a la oposición que se abstuvo, por “falta de transparencia”, en la moción aprobada en solitario por el PP para instar al Sergas a difundir, una vez consumado, las condiciones del convenio firmado el pasado 29 de agosto.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.