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El TSJA y la Junta cuestionan la forma de instruir de la juez Alaya

Lorenzo del Río ve anormal la actuación de la magistrada con los cursos de formación

El País
El consejero de Justicia e Interior, Emilio Llera.
El consejero de Justicia e Interior, Emilio Llera.

El consejero de Justicia, Emilio Llera, se ha sumado este lunes al presidente del Tribunal Superior de Justicia (TSJA), Lorenzo del Río, al cuestionar de manera indirecta la forma de instruir de la juez Mercedes Alaya tanto en la causa de los cursos de formación como en el caso Betis. La censura de Llera fue sutil porque respondió de manera genérica sobre la actuación de los jueces instructores en una entrevista con la Cadena Ser. Es decir, el consejero y fiscal en excedencia respondió sin acusar directamente a Alaya de instruir de manera negligente, pero Llera había sido preguntado en concreto por la actuación de la magistrada al designar como administrador judicial del club de fútbol a Francisco Estepa, abogado que había defendido a su marido, el auditor Jorge Castro, en el caso de los Laboratorios Pérez Giménez para el que ambos ejercieron como administradores concursales.

“El juez tiene que valerse de peritos absolutamente imparciales y no peritos que sean de su confianza por su relación personal y mucho menos intentar enriquecer a familiares o amigos de familiares otorgándoles la posibilidad de actuar como un perito. Eso es muy lógico y desde luego cabe la recusación de cualquier juez que haga eso. Yo espero que si se da esa situación, ante la recusación responda un tribunal superior y acuerde la recusación de ese juez”, declaró Llera.

Admitido el incidente de nulidad del Gobierno

La juez Mercedes Alaya ha trasladado este lunes a las partes del caso de los cursos de formación la petición de la Junta para apartarla de dicha causa. Hace dos semanas el Gobierno presentó su escrito para que la juez interrumpiera su investigación, al haber supuestamente vulnerado "normas procesales" en el inicio del caso tras la denuncia del testigo protegido Teodoro Montes.

Alaya ha tardado 15 días en admitir a trámite la petición de la Junta para declarar la nulidad de la causa, por lo que ha dado a las partes —fiscalía y las defensas de los exconsejeros Antonio Fernández y Ángel Ojeda— cinco días para que se pronuncien al respecto. Sin embargo, la juez podría haber optado por rechazar el escrito de la Junta, tal y como ha ocurrido en otras ocasiones en el caso ERE, y ha optado por admitirlo, por lo que tras pronunciarse las partes, Alaya tumbará previsiblemente los argumentos de la Junta. Esas otras veces Alaya ha rechazado las peticiones y la Audiencia de Sevilla ha respaldado a la instructora. Está por ver si tras el rechazo de Alaya al escrito de la Junta, cabe recurso ante al Audiencia —como la Junta estima— o por el contrario este será rechazado por los superiores de la juez, dado que el Ejecutivo se basó en el artículo 240 de la Ley Orgánica del Poder Judicial —tal y como consideran fuentes del caso—. En el recurso, la Junta acusaba a Alaya de iniciar una "causa general" en su investigación. El Ejecutivo indicaba que "si se santifica la forma de actuar" de Alaya de atribuirse el caso, "nada impediría" que la juez pudiera conocer "de todo lo actuado en el seno de la Junta de Andalucía, desde su origen y en cualquier materia".

Por otra parte, el presidente del TSJA, Lorenzo del Río, ha afirmado que sería “imposible” que el alto tribunal pudiera asumir el caso de los ERE fraudulentos sobre los cuatro aforados andaluces, si la causa es “muy dimensionada”. Del Río ha matizado que tiene “sus dudas” sobre si la Sala de lo Penal del TSJA está preparada para asumir los ERE, tal y como ha propuesto la Fiscalía del Tribunal Supremo en su último escrito, en el que pide dividir la causa entre los aforados destinados al Supremo, al TSJA y los imputados de Alaya. “Sería imposible con el plantel que hay”, subrayó Del Río sobre el personal que conforma esta sala del alto tribunal.

El enfrentamiento de la Junta con Alaya viene de lejos, hasta el punto de que el Gobierno ha pedido recientemente apartar a la juez de la causa de los cursos de formación por vulnerar “normas procesales” y convertir el caso en una “causa general” que prohíbe la ley. Sin embargo, el consejero se ha referido al nombramiento de Estepa sin citarle, y ha mencionado la posibilidad de recusar a la juez por parte del ex consejero delegado del Betis Manuel Ruiz de Lopera, situación que de momento no ha sido planteada por su defensa. Llera fue más allá y dijo que si se daba esa circunstancia —la recusación “de ese juez”—, esperaba que la Audiencia pertinente decidiera recusarle por las supuestas irregularidades.

La respuesta de Llera vino a colación de las declaraciones del presidente del TSJA, que el día antes había mencionado la posibilidad de la recusación, al darse situaciones que pusieran en duda la imparcialidad del juez instructor. Alaya ha sido recusada en diversas ocasiones, pero ninguna de ellas ha prosperado, incluida la primera en el caso Mercasevilla por la auditoría de su marido, que fue apoyada por la Fiscalía de Sevilla. “Está claro que un juez no puede designar a familiares o amigos en las causas que tramita en el juzgado”, opinó Del Río.

Al respecto, Alaya había salido en defensa de su marido y descartó la queja de Lopera sobre el nombramiento de Estepa. “Sobre la imaginada relación del actual administrador judicial con el entorno familiar cercano de esta proveyente, basada nuevamente en bulos periodísticos (...)”. Sobre esta polémica, el administrador judicial del Betis ha defendido este lunes su gestión al frente del club —“no he tenido ni tengo interés directo ni indirecto en la causa judicial”. Pero, a continuación, ha admitido su vinculación “exclusivamente de tipo profesional” con el marido de Alaya y con el abogado de Lopera, José María Calero, en el caso de Laboratorios Pérez Giménez.

En paralelo, el presidente del TSJA había criticado el inicio de la causa de los cursos de formación por parte de Alaya, después de que el testigo protegido del caso, Teodoro Montes, admitiera que había acudido al juzgado y ahí le mandaron a la Guardia Civil, que posteriormente presentó un oficio ante la juez Alaya. De este modo, al evitar presentar el testimonio de Montes para reparto entre los jueces o al Juzgado de Instrucción 4 de Sevilla, que ya había archivado dicha denuncia del funcionario de la Junta años atrás, se podría haber vulnerado el derecho al juez natural predeterminado por ley. “No es el procedimiento normal”, opinó Del Río sobre el origen de la instrucción que ha abierto Alaya.

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