La Universidad de Sevilla intenta borrar el último rastro franquista
La Junta debe autorizar la retirada del escudo preconstitucional de la portada de Ciencias
El escudo franquista, con el águila de san Juan, la corona de los Reyes Católicos y sin las flores de lis de los Borbones, preside la portada de Ciencias de la antigua Fábrica de Tabacos desde 1956, cuando el edificio del siglo XVIII fue adaptado para albergar el rectorado y varias facultades de la Universidad de Sevilla.
El símbolo de la dictadura, reluciente tras la restauración que se está realizando en la portada de la calle Palos de la Frontera desde julio, corona una de las entradas al monumento a la espera de que la Consejería de Cultura se pronuncie sobre su destino. La Universidad ya solicitó en 2005 a la Comisión Provincial del Patrimonio Histórico-Artístico el preceptivo permiso para retirar el escudo preconstitucional, pero fue denegado. La institución presentó de nuevo la solicitud el pasado julio pero, hasta el momento, no ha tenido respuesta.
La última reunión de la comisión de patrimonio, que se celebró el pasado viernes, no trató el tema y, según una portavoz de la delegación de Cultura, "aún no hay fecha para la próxima". Mientras tanto, la restauración de la portada de Ciencias, obra del arquitecto Alberto Balbontín —quien junto a Antonio Delgado Roig se encargó del proyecto que convirtió la Fábrica de Tabacos en universidad— y de los escultores Carmen Jiménez y Antonio Cano, sigue su curso. La obra, con un presupuesto de 152.794 euros, está previsto que finalice en diciembre y, si el dictamen de Cultura no llega antes del desmontaje de los andamios, el águila seguirá vigilando la entrada de Palos por una buena temporada. Algo que ya condenaba la Ley de Memoria Histórica de 2007 y que cuando se apruebe la Ley de la Memoria Democrática de Andalucía —previsiblemente en el primer trimestre de 2015, según el Gobierno— estará penado con multas de hasta 10.000 euros.
Según el director general de Memoria Democrática, el escudo "es un mal ejemplo para la ciudadanía"
"La antigua Fábrica de Tabacos está catalogada como Bien de Interés Cultural (BIC) con categoría de monumento, lo que supone que cualquier actuación que se realice tiene que contar con la aprobación de la Comisión Provincial de Patrimonio, algo que ya solicitamos. Lo que ocurre es que la universidad cuenta con una subvención para rehabilitación del Plan Plurianual de Inversiones de la Junta de Andalucía que tenemos que justificar dentro de unas fechas y no hemos podido esperar el dictamen de la comisión. Si no llega antes de que se desmonten los andamios tendremos que dejar el escudo como está y posponer su retirada", explica Carlos León, vicerrector de Infraestructuras de la Hispalense. "Nosotros no podemos tocar el escudo sin la autorización de la comisión porque, aunque se trata de un elemento añadido en 1956, la ley dice que cualquier modificación incorporada a un BIC adquiere su mismo nivel de protección una vez transcurrido un periodo corto de tiempo. Haremos lo que la comisión diga, retirarlo entero, modificarlo o dejarlo como está", añade Carlos León.
"La futura ley no establece excepciones por razones histórico-artísticas o estéticas. Dice claramente que todos los símbolos que exalten el franquismo deben de ser retirados de los espacios públicos. Si se tratara de una obra de arte, su sitio sería un museo. El hecho de que, después de tanto tiempo, el escudo permanezca en la universidad supone una agresión a las víctimas de la dictadura y a sus descendientes", afirma Luis Naranjo, director general de Memoria Democrática, de la Consejería de Administración Local y Relaciones Institucionales, dirigida por Izquierda Unida. "Me parece muy mal que el escudo franquista esté todavía ahí, especialmente por los valores democráticos que defiende la Universidad pública. Es un mal ejemplo para la ciudadanía", añade Naranjo.
El escudo preconstitucional es el último símbolo franquista que queda en el rectorado, uno de los monumentos más significativos de Sevilla y el segundo edificio de mayor planta de España después de El Escorial (Madrid). La institución se ha ido deshaciendo en los últimos años de las placas y otros elementos repartidos por todo el campus y que enaltecían la figura del dictador. Pero el águila, el símbolo más ostentoso, está aún bien agarrada a su frontón.
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