_
_
_
_

La ciudad enterrada

Comunidad y Ayuntamiento ignoran el yacimiento de Calatalifa, en Villaviciosa de Odón

Restos de Calatalifa, la cuarta ciudad mulsumana de la región, en Villaviciosa de Odón.
Restos de Calatalifa, la cuarta ciudad mulsumana de la región, en Villaviciosa de Odón.alejandro ruesga

Los que llamaron a aquel pago Cueva de la Mora no iban desencaminados. A una hora y media de suave paseo desde Villaviciosa de Odón (26.700 habitantes), en un cerro en la orilla izquierda del río Guadarrama, las ruinas de la ciudad islámica de Calatalifa (del siglo IX, según las investigaciones) luchan todavía contra el paso del tiempo. Pese a la opinión de los expertos, que insisten en que el yacimiento podría albergar incluso restos visigodos, la Comunidad de Madrid se resiste a investigar la fortaleza. Lo único que se conoce de la antigua ciudad es el resultado de tres catas arqueológicas realizadas hace 35 años. Calatalifa espera.

Y tiene prisa. El pasado mayo, parte del arco del centenario aljibe mayor (al descubierto) cayó a plomo desde la cortada hasta el camino que bordea el cerro. Ecologistas en Acción, que lleva 13 años organizando marchas hasta las ruinas para reivindicar su importancia, dio entonces la voz de alarma. “Habíamos advertido de que había grietas mayores y cabía el riesgo de derrumbe”, explica Jesús Bartolomé, de la organización. La única medida de protección tomada desde entonces por Comunidad y Ayuntamiento ha sido rodear los escombros con una cinta policial.

Más de tres décadas distan entre esa imagen y las que muestra orgullosamente Manuel Retuerce, arqueólogo que dirigió las tres campañas realizadas entre 1980 y 1982 y que entonces estaba lejos aún de convertirse en uno de los mayores medievalistas de España. “Empezamos a excavar por un proyecto de lo que entonces era la Diputación. Cuando paramos, no lo hicimos porque no tuviera importancia. Simplemente, se acabó el dinero”, explica.

Apenas dio para desenterrar los cimientos de la muralla, de tres metros de profundidad, que dejaban imaginar unos muros de hasta siete metros de altura. Se vislumbraron los zócalos de viviendas, cerámicas y algunos restos de tumbas cristianas. Poco más: “No hemos visto ni el 1% de la ciudad”, afirma el también profesor de la Universidad Complutense. Pese a eso, en 1984 se llegó a plantear abrir un museo arqueológico en la localidad.

Pieza de esteatita con escritura árabe hallada en Calatalifa.
Pieza de esteatita con escritura árabe hallada en Calatalifa.manuel retuerce

A partir de aquellas investigaciones y de las numerosas fuentes escritas que dan testimonio de la existencia de Calatalifa, el arqueólogo Jesús Rodríguez ha concluido que la fortaleza defendía a los musulmanes de los problemáticos mozárabes de Toledo. Probablemente, asegura el coautor de Calatalifa, historia de una fortaleza, la población controlaría las almenaras de la Sierra del Hoyo. En el siglo XIV, tras cientos de años habitada, la que Rodríguez define como “única ciudad junto al Guadarrama” fue vencida por la peste y se convirtió en un “lugar enfermo”, del que había que huir. Retuerce considera que la ciudad es, tras Madrid, Alcalá la Vieja y Talamanca, el cuarto yacimiento árabe en relevancia. Y el único sin excavar.

“Es un yacimiento que convendría investigar. Y es cuestión de voluntad política y organización. En Boadilla, por ejemplo, sí se está haciendo [en San Babilés, en una excavación sufragada por el Ayuntamiento]”, asegura Retuerce. Sin embargo, la Comunidad y el gobierno municipal de Villaviciosa se pasan la pelota.

A principios de septiembre, en una respuesta escrita a UPyD en la Asamblea, la Consejería de Cultura se quitaba responsabilidades. El Ejecutivo regional aseguraba que se habían comunicado al Ayuntamiento de Villaviciosa “las actuaciones que habría que llevar a cabo” en el yacimiento. María del Carmen Alonso, concejala de Cultura de la localidad (PP), matiza estas afirmaciones: “Es verdad que nos remitieron un informe preliminar en julio, pero no nos han dado instrucciones. Esto es competencia de la Comunidad. Nosotros estamos más que dispuestos a colaborar en cualquier decisión que se tome. El Gobierno regional asegura ahora que la Dirección General de Patrimonio está aún evaluando la situación del yacimiento”.

Muralla sur del yacimiento de Catalifa, en los años ochenta.
Muralla sur del yacimiento de Catalifa, en los años ochenta.manuel retuerce

Hay, además, un tercero en discordia. Calatalifa se asienta sobre una finca privada de más de cuatro hectáreas que es terreno baldío desde hace al menos tres décadas, según los participantes en las excavaciones. La Comunidad considera que “tiene que ser el propietario quien lleve a cabo todas las actuaciones necesarias” para la conservación de las ruinas. Aunque en septiembre afirmaba que estaba previsto un encuentro con el dueño del terreno, la reunión aún no se ha producido; se celebrará, asegura, “en los próximos días”.

Retuerce se extraña ante tal decisión: “Las competencias de protección son de Comunidad y Ayuntamiento, no de un particular. Aunque la Comunidad tiene que autorizar la excavación, el promotor de la excavación puede ser cualquiera que ponga dinero: Ayuntamiento, Comunidad, el propietario, tú o yo”.

Para costear un mes de trabajo de campo, que generaría otros tres de investigación, bastaría con entre 12.000 y 15.000 euros, según los planes de Retuerce. El arqueólogo señala que el terreno de Calatalifa no ha sido reurbanizado (a diferencia de las demás ciudades árabes de la región), y que es de fácil acceso y cercano a dos grandes poblaciones del sur, Móstoles y Alcorcón. “Es un terreno idóneo para la investigación. La excavación podría ser realizada con un equipo formado por estudiantes y apoyado por técnicos del Ayuntamiento”, dice el arqueólogo, dejando volar su imaginación.

El arqueólogo descarta, sin embargo, la idea de intervenir el aljibe únicamente para evitar su derrumbe: “Vas a gastar 60.000 euros en mantener en pie algo que quizás dentro de 10 años va a acabar igual”. Retuerce asegura que este tipo de yacimientos, situados en cerros junto a un meandro, acaban siendo devorados por la fuerza del agua.

Un tercio de Calatalifa podría haberse desplomado ya desde un barranco cada vez más cercano al núcleo de la antigua población.

Mientras la naturaleza trata de borrar la huella de la ciudad árabe, los vecinos de Villaviciosa de Odón intentan recuperarla. El desplome del aljibe ha reavivado el interés por el yacimiento que da nombre al instituto y a una de las principales avenidas de la localidad, pero que pocos conocen. La asociación de vecinos del municipio, Ecologistas en Acción y Villaviciosa Ecológica han comenzado una campaña con un objetivo: conseguir algún compromiso de las instituciones para investigar las ruinas de cara a las próximas elecciones municipales.

El pasado jueves, más de 120 personas se agolpaban en una de las salas del Coliseo de la Cultura de Villaviciosa en una mesa redonda sobre la fortaleza árabe. “Algo habrá que hacer, ¿cómo hemos llegado a este punto?”, lanzaba un asistente durante la charla. Manuel Retuerce, el principal ponente, resoplaba. “Si yo hace 35 años ya lo dije… Tiempo ha habido de solucionarlo”. Pero el tiempo corre, incluso para unas ruinas milenarias.

Las otras ciudades árabes de la región

Madrid. Su origen se remonta al emir Muhammad I (852-886), quien mandó construir una fortaleza junto al Manzanares, conocida por Mayrit. Se conserva parte de la muralla.

Alcalá la Vieja. La fortaleza de Al-Qul'aya, a orillas del Henares y de la que aún queda una parte, permitía defenderse de los cristianos.

Talamanca. Levantada en el siglo X, se han hallado la Puerta de la Tostonera y un tramo del recinto fortificado.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_