Atracón multisensorial

El arte contemporáneo busca, muy a menudo, explorar las fronteras entre los géneros, las disciplinas, el espectador, el creador. El Institut Valencià d'Art Modern (IVAM), por ejemplo, indaga estos días las imbricaciones de la creación y la comida en la exposición Arte y Gatronomía. Con este marco, el restaurante La Sucursal, sito en el propio museo, va a ofrecer este jueves una cena especial. Las viandas irán acompañadas de poemas de grandes autores con temática gastronómica, así como de música compuesta —e improvisada— para el efecto. Se trata de El Banquete de las palabras, un espectáculo-festín ideado por los Versonautas.

Este dúo, pareja también fuera de los escenarios, se define como "proyecto de poesía y música nacido entre Barcelona y Valencia". La historia de cómo decidieron sumar la comida a las otras dos modalidades de creación, "como un intrumento más" es bastante natural. Ana Sanahuja evoca la piedra de toque, hace alrededor de un año: "Teníamos un bolo en un restaurante, y nos planteamos si, en lugar de lo que habíamos hecho hasta entonces, podíamos maridar la música y la poesía con lo que los comensales se estaban llevando a la boca". A partir de aquella primera prueba en el restaurante Els Garrofers, Ana y Roqui Albero (la otra pata del banco) siguieron andando el camino de experimentación en otros locales de Barcelona, Mallorca y Menorca, entre otros lugares. Ahora han elegido Valencia para estrenar la criatura.

Encontrar un repertorio de poemas sobre comida no ha sido fácil. Neruda, Alberti o Nicolás Guillén son algunos de los nombres escogidos

"El menú está pensado con mucha lógica por el chef Javier de Andrés. Y con mucha calidad, es alta cocina", cuenta Roqui sin querer desvelar demasiados detalles, para que la cena sea una sorpresa. Sí cuenta que cada receta recrea los alimentos que son recitados en el poema, y que la música ambienta, matizando la atmósfera en función de lo que el comensal-espectador está saboreando. Esta primera edición, subtitulada Panática, cambiará el puesto habitual del pan —el de acompañante— por el de protagonista y principal hilo conductor.

Encontrar un amplio repertorio de poemas de calidad que canten al placer y las emociones de la comida no ha sido fácil, y la pareja ha se ha documentado yendo a librerías y bibliotecas especializadas, como la de la Barceloneta. Neruda, Alberti o Nicolás Guillén son los nombres de algunos de los poetas escogidos.

Roqui, que tiene una carrera consolidada como músico profesional —ha tocado con Paco Ibáñez, Manu Chao o Pau Riba, y ahora prepara la gira en que acompañará a Jorge Drexler— pondrá su trompeta y su voz, mientras que Ana, que dirige el espacio cultural valenciano Hat Gallery y ha sido formada musicalmente en el la Esmuc de Barcelona y en el conservatorio, estará al teclado.

Además, Carmen Baselga ha fabricado una puesta en escena acorde a lo que el espectador va a degustar y escuchar. En su Taller de Proyectos ha desarrollado buena parte de su actividad en el entorno del diseño y la hostelería, y para este experimento gastronómico-poético-musical ha preparado todo al detalle para que las palabras, las notas musicales y las alusiones a la comida formen parte también del decorado. Es también la autora del cartel del evento.