¿Podemos concebir en el siglo XXI que una persona sea condenada a la horca?

La adecuada protección de los derechos fundamentales de las personas en la Sociedad Internacional es una tarea pendiente con la que han tenido que coexistir los Estados a lo largo de mucho tiempo. Así por ejemplo, en la actualidad se están produciendo cambios en todas las esferas de la sociedad que evidencian la necesidad de continuar trabajando para restablecer una adecuada protección y empoderamiento de las personas en la sociedad a nivel internacional, europeo y nacional.

Sobre el particular, debemos preguntarnos: ¿En qué momento la persona dejó de ser el sujeto más relevante de la sociedad? ¿Cómo podemos cambiar esa tendencia que minimiza y restringe la protección que debe recibir la persona? ¿Qué rol tiene la sociedad en su conjunto para frenar esa tendencia que deja de lado a la persona? ¿Estamos preparados para buscar el empoderamiento de las personas en la sociedad?

Los acontecimientos recientes que se han producido en la sociedad han evidenciado que el Estado de Bienestar europeo se encuentra a punto de desaparecer, que el sufrimiento de la gente que paso a ser homeless ya no interesa, que los valores que se encuentran presentes en nuestra sociedad potencian otros aspectos y dejan de lado a la persona.

La persona es el eje de la Sociedad Internacional y en torno a ella se crea el sentimiento de pertenencia a una Nación que junto con otros elementos forma lo que conocemos como Estado. Las guerras, las epidemias, el sufrimiento de las minorías, etc. escandalizan a las personas que tienen temor de padecer esos sufrimientos, pero no por los que sufren sino más bien porque temen que eso les pueda suceder a ellos.

El Estado de Bienestar europeo se encuentra a punto de desaparecer

Según Hobbes, el ser humano es como una máquina que se mueve continuamente para alcanzar sus deseos. Sin embargo, los deseos del ser humano no necesariamente tienen que ser contradictorios con los deseos de los demás. Los actos que reflejan egoísmo, unilateralismo e invidualismo se han transformado en los grandes enemigos del ser humano porque solo promueven nuestra intervención cuando se afectan nuestros intereses, porque solo protestamos cuando se afectan nuestros derechos, porque solo reaccionamos cuando no queremos ser incomodados en nuestro bienestar.

Me gustaría hacer referencia a Reihané Yabarí, una joven de 26 años condenada a la horca por haber matado en defensa propia al hombre que intentaba agredirla sexualmente. Cabe preguntarse ¿Podemos concebir que en pleno siglo XXI una persona sea condenada a la horca? ¿Qué podemos hacer para frenar esa práctica tan cruel que consiste en exigir el pago de sangre con sangre? Creo que la respuesta puede ser más sencilla de lo que imaginamos y requiere que la sociedad civil (nosotros) digamos no a la vulneración de los derechos de las personas, pero no necesitamos romper cristales ni generar disturbios para evidenciar nuestro rechazo y disgusto.

Quiero concluir con un fragmento de la conversación de Yabarí con su madre. Ella le dijo: "adiós, mamá, mañana de madrugada se acabarán todos los dolores. Siento no haber podido aliviar tu dolor. En el otro mundo te veré y jamás me separaré de ti".

Digamos si a la vida y no a la pena de muerte, nosotros (la sociedad civil) podemos frenar esa injusticia y otras más reclamando que se frenen dichas prácticas. Cabe preguntarse ¿Cómo lo hacemos? Por ejemplo, escribiendo cartas a las autoridades que quieren la muerte de Yabarí o que no hacen nada por las personas que sufren vulneración de sus derechos fundamentales. No debemos permanecer indiferentes porque los seres humanos podemos ayudarnos entre nosotros y debemos asumir roles frente a la sociedad y no solamente frente a los nuestros.

Reihané Yabarí te necesita ¿Vas a brindarle tu ayuda?

Antonio Manrique de Luna Barrios es profesor de Derecho Internacional Público & Organizaciones Internacionales en la Universidad de Deusto

www.derecho.deusto.es