Tapia insiste en que el Impuesto de la Riqueza hace daño a empresas familiares

 49 empresarios se fueron de Gipuzkoa en 2013. Otros 61 llegaron e hicieron frente al Impuesto sobre la Riqueza y las Grandes Fortunas. EH Bildu y el PSE rebatieron ayer a la consejera de Industria, Arantza Tapia, unas declaraciones del pasado mayo en las que criticaba que numerosos empresarios se estaban “yendo” de Gipuzkoa, para no hacer frente al impuesto que sustituía al de Patrimonio.De las palabras de la consejera se deducía que el daño a aquellos patrimonios podría estar afectando a la economía vasca y dejaba claro que hay políticas fiscales y tributarias que acaban siendo negativas y deslocalizadoras para el desarrollo de políticas industriales que pretendan favorecer el tejido empresarial.

Tapia compareció ante la Comisión de Desarrollo Económico del Parlamento de Vitoria, a petición de EH Bildu, que solicitó, en mayo, su presencia para dar explicaciones sobre aquellas palabras. EH Bildu, con datos de la Diputación de Gipuzkoa, y el PSE, con informes de expertos fiscalistas, le pusieron sobre la mesa otra realidad. Llegaron más empresarios de los que se fueron, y rara vez las deslocalizaciones de domicilios fiscales en masa se producen por cambios tributarios, salvo que sean una auténtica revolución. Gipuzkoa pasó de ser, con el PNV en la diputación foral, la única de las tres provincias vascas que cobraba impuesto de Patrimonio —Arantza Tapia era diputada con el PNV en la institución— a gravar las grandes fortunas con Bildu y Martín Garitano al frente —apoyado por el PSE—.

Si hubiera deslocalizaciones  Bizkaia estaría lleno de catalanes"

“Si los contribuyentes se marcharan en busca de tipos más bajos, Bizkaia estaría lleno de catalanes. Ellos tienen el tipo máximo en el 56% y en Bizkaia es del 45%”, argumentó la diputada socialista Susana Corcuera. Para Leire Pinedo, parlamentaria de EH Bildu, ese impuesto “no castiga la actividad económica” y empresarial, sino que grava “las fortunas no destinadas a generar actividad productiva”.

Según dijo, el 87% de la riqueza de las personas que tienen un patrimonio de más de diez millones, proviene de activos financieros, es “decir de la especulación” y no de actividad empresarial. La consejera viró su discurso, y de una posición inicial de condena de un impuesto que, según sostuvo, estaba provocando esas deslocalizaciones, pasó a pedir una reflexión sobre una fiscalidad que “podría” estar afectando injustamente a alguna empresa familiar. “Se trata de un tributo claramente mejorable”, dijo, y pidió una reflexión en profundidad aunque estuviera “dañando” a una sola empresa.

Gipuzkoa hizo público en julio que el Impuesto sobre la Riqueza y las Grandes Fortunas recaudo 57 millones de euros en 2013, un 47,6% más que en 2012, unos datos que la institución foral calificó de “excelentes” y que confirman que no hubo tales deslocalizaciones de contribuyentes “No hacemos nada en contra de las empresas pequeñas, no es un impuesto sobre las actividades económicas”, reiteró una y otra vez Pinedo. Mari Carmen López de Ocariz (PP) calificó de “sobrecogedor” el nombre del impuesto y dijo que “afecta a empresas de cinco a diez trabajadores”. En 2013, 7.833 contribuyentes —1.220 más que en 2012— aportaron 57 millones, —12 más de lo previsto— a una media de 7.284 euros.