Nieto afronta ceses, dimisiones y desencuentros con los empresarios

El Ayuntamiento de Córdoba ha vivido días muy convulsos antes de las vacaciones de agosto. En apenas dos semanas ha dimitido el secretario de Emacsa, la empresa municipal de aguas, tras una bronca con el alcalde y presidente de la entidad, José Antonio Nieto (PP); el gobierno local ha tratado de forzar la salida del secretario municipal en su cargo de secretario del Consorcio de Turismo; y se han ahondado hasta el extremo las diferencias con la Confederación de Empresarios de Córdoba. De repente, cuando falta menos de un año para las elecciones, frentes internos que parecían apaciguados han vuelto a prender y otros nuevos han surgido para sorpresa de todos.

Los problemas en el seno de Emacsa comenzaron cuando apareció una propuesta de carta dirigida a los abonados del servicio de agua en la que se denunciaba el canon de mejora que impuso la Junta de Andalucía en 2011. Algo muy parecido a lo que se hizo ese mismo año al enviar miles de misivas de denuncia. Pero cuando Nieto anunció que finalmente no firmaría la carta, surgieron las tensiones en el consejo de administración.

El secretario de Ecmasa dejó el cargo tras discutir con el alcalde

En un momento del debate, cuando el secretario, Fernando Martos, se disponía a contestar una cuestión técnica, fue interrumpido bruscamente por el presidente de Emacsa, José Antonio Nieto, quien le exigió que no se extralimitase en sus funciones y actuase como un consejero de la empresa, según testigos. Acto seguido, el secretario dimitió al sentirse cuestionado en su labor y así consta en su escrito de renuncia, formalizado en el Ayuntamiento.

La portavoz socialista en el Consistorio, Inmaculada Durán, calificó la dimisión del secretario de Emacsa de “muy grave” y solicitó a Nieto que “recapacite y reconsidere su actitud, ya que el alcalde de la ciudad no debe cuestionar la labor de un funcionario porque emita una opinión en el transcurso de la celebración de un consejo de administración, cuando además es su deber y obligación”. Para Durán, “el problema del alcalde es su prepotencia”.

Por otro lado, el portavoz municipal de IU, Francisco Tejada, señaló que Nieto “confunde la mayoría absoluta con el derecho a purgar a funcionarios independientes”, motivo por el que, según él, “cada vez se parece más a un cacique que a un alcalde democrático”.

Pero la dimisión del secretario no ha sido el único incidente en Emacsa. Días después, la empresa fue el proyectil usado por el Ayuntamiento para golpear a la Confederación de Empresarios de Córdoba (CECO). La empresa de aguas solicitó formalmente su baja como miembro asociado de la CECO. El motivo, según fuentes empresariales, fue el duro informe sobre las ordenanzas fiscales del Consejo Social de la Ciudad, del que forma parte la CECO.

La confederación votó a favor del dictamen que criticaba un cambio en Emacsa planteado por el Ayuntamiento. El alcalde Nieto y el presidente de los empresarios, Luis Carreto, arrastran desde hace años unas diferencias personales que ya no se preocupan en ocultar. La traca final llegó el 31 de julio, cuando el secretario municipal, máximo funcionario del Ayuntamiento, firmó un informe durísimo en su papel de secretario de Consorcio de Turismo de Córdoba.

“Desde hace aproximadamente 15 días estoy sufriendo en mi despacho de la Secretaría del Ayuntamiento de Córdoba, prácticamente a diario, presiones intolerables por parte del primer teniente de alcalde y actual presidente de la Junta General del Consorcio de Turismo para que renuncie a mi puesto de secretario del Consorcio”. Este extracto forma parte del escrito que presentó Lavela al consejo de administración del órgano municipal en el que se incluyó, por vía de urgencia, su relevo en el puesto de secretario.

El portavoz de IU asegura que el primer edil del PP se parece a “un cacique”

Los asistentes al consejo de administración escuchaban asombrados a Lavela. Muchos de los miembros del consejo, incluidos algunos militantes del PP, no estaban al corriente de las maniobras de Navas para sacar a Lavela de un sillón por el que cobra 1.000 euros por consejo celebrado. Lavela llegó incluso a señalar a Navas: “me quieren amordazar y no me van a callar”, le dijo. El secretario llegó a aludir a grabaciones de llamadas de miembros del gobierno local e indica que en un receso del pleno a su mujer le dijeron que su relevo iba “a ser por las buenas o por las malas”.

Después de la lectura del informe, de las voces y las acusaciones, llegó el momento de votar si la urgencia planteada por Navas para echar a Lavela se incorporaba o no al orden del día. El PP no logró su objetivo porque en la votación los empresarios volvieron a atestiguar la crisis que viven con el Ayuntamiento y votaron con la oposición en contra de plantear el cese del secretario.

Así, sus cuatro votos, dos de CECO y dos de la asociación de hostelería, Hostecor, se sumaron a los de PSOE y Unión Cordobesa. Por su parte, IU se abstuvo y el PP obtuvo solo cuatro votos a favor de la dimisión: Rafael Navas, Rafael Jaén, Juan Miguel Moreno Calderón (los tres del PP) e Ignacio Fernández de Mesa, por la Cámara de Comercio de Córdoba, que apoyó en solitario al Ayuntamiento. La urgencia se rechazó, pero quedó patente el profundo nerviosismo que vive el gobierno local a un año de las elecciones.