Un programa busca hacer “entornos amigables” para los mayores en Euskadi
El Gobierno vasco quiere impulsar iniciativas intergeneracionales, solidarias y de participación
Los jubilados han dejado de formar parte del sector productivo, pero no son seres pasivos. Bajo esta premisa el Gobierno vasco ha puesto en marcha el programa Euskadi Lagunkoia Sustraietatik, que busca el liderazgo de las personas mayores para construir barrios y entornos "amigables". Se trata de implicar a la sociedad al completo de la mano de los mayores en iniciativas intergeneracionales, solidarias y de participación como una nueva forma de abordar el proceso de envejecimiento.
Este programa ha sido presentado este jueves a entidades del movimiento asociativo en un acto que ha tenido lugar en el Aquarium de San Sebastián, que ha clausurado el lehendakari, Iñigo Urkullu, y en el que también han intervenido el consejero de Empleo y Políticas Sociales, Juan María Aburto, y de Salud, Jon Darpón. Estos dos departamentos son los que han impulsado este programa, al que se han adherido hasta el momento cinco ayuntamientos guipuzcoanos (Ordizia, Orio, Zumarraga, Idiazabal y Hondarribia) y nueve alaveses (Armiñón, Valdegobia, Berantevilla, Ribera Alta, Lantarón, Kuartango, Añana, Iruña de Oca y Zambrana).
Aburto ha animado al resto de consistorios vascos a sumarse a este proyecto, así como a las personas mayores y a las organizaciones a las que pertenecen a ser sus "elementos tractores". El consejero ha dicho que los estereotipos sobre los jubilados como personas pasivas "gozan de una gran fuerza" cuando no es así, y ha recalcado que hay "buenas razones", incluidas las económicas, para fomentar "el envejecimiento activos".
En este caso con Euskadi Lagunkoia Sustraietatik, una iniciativa inspirada en el programa Age-friendly Environments que la Organización Mundial de la Salud puso en marcha en 2005. El lehendakari ha señalado que, sin embargo, en el País Vasco se le ha dado "una respuesta local", pues se ha diseñado para llegar de manera "más comprensible y popular" a todos los ámbitos sociales de los diferentes municipios. Ha dicho que comienza con una actitud "abierta", a la espera de "aportaciones constructivas en iniciativas que funcionen para mejorar la calidad de vida".
Urkullu ha abogado además por adoptar en esta tarea un concepto que "hay que saber aplicar en la sociedad contemporánea: la fraternidad". Los impulsores del programa buscan fomentar la "ciudadanía activa" a través de los ayuntamientos, los agentes sociales y los vecinos de cada pueblo y ciudad, además de tender puentes entre personas de distintas generaciones para lo que instan a cooperar a los centros educativos, los movimientos juveniles y las entidades deportivas.
Un ejemplo de ellos son los "bancos de tiempo", una iniciativa que ya está en funcionamiento y cuyo objetivo es que una persona canjee su tiempo con otra. Sobre la pantalla del auditorio del Aquarium, los asistentes han podido ver imágenes grabadas en Orio, en las que jóvenes recibían lecciones de costura y cocina de personas mayores. En esa intercambio intergeneracional que se pretende, se plantean acciones inversas, como que los jubilados reciban de la gente joven nociones para manejarse con un ordenador o clases de inglés.
También se ha puesto en marcha la campaña Establecimiento Amigo, cuya intención es que los comercios se comprometan a hacer "más agradable y cómoda" la estancia en las tiendas de las personas mayores mediante la colocación de asientos para la espera o agrandando letras y números para hacer más fácil su lectura. Se ha creado además el portal web Euskadi Lagunkoia Sustraietatik, pensado como "herramienta de información y trabajo para todas las personas".
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