Concentraciones en Bellvitge y Vall d’Hebron contra el cierre de camas
Los trabajadores de Bellvitge se reunirán ese jueves con la comisión de salud del Parlament
Pacientes, usuarios y trabajadores del hospital de Bellvitge y Vall d’Hebron, los grandes centros públicos de la comarca del Barcelonès, han vuelto a protestar esta mañana contra el cierre de camas de verano y los recortes que asuelan la sanidad catalana. Un centenar de personas en Vall d’Hebron y alrededor de 300 usuarios de Bellvitge se han concentrado, casi a la vez, en las puertas de ambos hospitales para denunciar el colapso asistencial que sufren desde que el consejero de Salud, Boi Ruiz, comenzase en 2011 con los recortes sistemáticos en la sanidad catalana y, en concreto, en los hospitales públicos del Instituto Catalán de la Salud (ICS).
Una enorme pancarta de “Se vende” se desplegó a mediodía por la fachada principal del hospital de Bellvitge, en Hospitalet de Llobregat, como arranque de la protesta que, como todos los miércoles, se repite en la entrada principal del centro sanitario. Pacientes y trabajadores están en plena pugna con la gerencia del hospital tras el inicio del calendario asistencial de verano, que prevé cerrar unas 200 camas durante la temporada estival.
Todavía quedan 2 pacientes pendientes de alta en la planta 12, la unidad en la que se amotinaron los usuarios hace apenas 10 días para evitar que se cerrasen las 24 camas que la conforman. La gerencia ha hecho oídos sordos a las protestas de pacientes y sindicatos y ha asegurado que mantendrá los cierres según el calendario previsto. El director gerente, Alfredo García ha insistido en que el cierre de camas es una práctica “habitual” en verano debido al “descenso de la presión asistencial” y ha tachado de “problema estrictamente laboral y salarial” de los sindicatos.
Por su parte, la Junta de Personal se reunirá esta tarde con la comisión de salud del Parlament de Cataluña para solicitar su mediación en el conflicto que vive el centro. “Al mediodía había 22 ingresos en urgencia y unos 13 en el pasillo sin cama. No vamos a permitir que hayan unidades cerradas mientras haya pacientes en urgencias esperando camas”, ha denunciado el presidente de la junta de personal, Ramón Montoya.
Mientras, en Vall d’Hebron, otro centenar de personas, entre trabajadores, familiares de pacientes y vecinos de la zona –entre los que se encontraban usuarios del Servicio de Atención Primaria (SAP) Muntanya-, han ocupado la entrada del hospital al grito de “Sí se puede”. Los trabajadores han denunciado que en los últimos cuatro años se ha dejado sin servicio unas 400 camas, “mientras se derivan enfermos de la pública a la privada”. Según Noemí Bosch, delegada del sindicato CGT en el hospital, el cierre de camas previsto este verano –unas 100, según la gerencia-, “es equivalente a cerrar el hospital un día entero”.
El centro sanitario insiste, por su parte, en que el cierre de camas “se ajustará a la demanda” asistencial . Con todo, asegura que este año habrá un 3,5% de camas más que el año pasado y que se harán un 8,5% más de intervenciones quirúrgicas que en 2013.
Tanto Bellvitge como Vall d’Hebron han visto reducida su dotación presupuestaria desde el inicio de la crisis. De los 320 millones de euros con los que contaba Bellvitge y los 320 de Vall d’Hebron en 2009, el departamento de Salud han recortado sus presupuestos a 276 y 524 millones respectivamente.
Boi Ruíz tacha las protestas de “negocio político”
Para el consejero de Salud, Boi Ruiz, las protestas de trabajadores y pacientes contra el cierre de camas en verano es “hacer política de bajo nivel”. Después de que la Junta de Personal del hospital de Bellvitge lo acusase de “desmantelar la sanidad pública”, el titular de Salud atacó a los delegados sindicales por “utilizar la sanidad pública para hacer negocio político”. Ruiz consideró que son los sindicatos quienes “ponen en riesgo el sistema sanitario con estas maneras de hacer política, que son más bien formas antiguas de hacer política”.
El consejero insistió en que “cerrar una cama no es eliminar un recurso del sistema sanitario” y acusó a la Junta de Personal del hospital de hacer “demagogia”, ya que la reestructuración de verano es, según Ruiz, una práctica habitual en épocas de baja presión asistencial. “Es poco honesto utilizar las emociones de los ciudadanos”, criticó. El titular de Salud aseguró que no se cerrará ninguna cama necesaria y ningún paciente quedará desatendido.
A primera hora de este jueves mañana, los sindicatos han denunciado que había 23 personas ingresadas en el servicio de urgencias de Bellvitge esperando una cama en planta, algunas desde hace 48 horas.
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