El hospital Clínic detecta ocho casos de chikungunya en el último mes
Los pacientes contrajeron la enfermedad en zonas del Caribe donde es epidémica
El hospital Clínic de Barcelona ha detectado en el último mes otros ocho casos importados de chikungunya, una enfermedad tropical que provoca fiebre alta, fuertes dolores articulares, malestar general y erupciones cutáneas. Los pacientes infectados, residentes en la zona de Barcelona, el Vallès Occidental y Tarragonès, se suman a los tres casos, también importados, que se diagnosticaron la semana pasada en las comarcas del Maresme y La Selva. La Generalitat lanzó el pasado viernes una alerta epidemiológica ante el peligro de que se extienda la dolencia por el territorio catalán, pues uno de los vectores de transmisión es el mosquito tigre, presente en decenas de municipios.
“Desde el mes de mayo hemos diagnosticado más casos que en los últimos cuatro o cinco años”, explica el doctor Joaquim Gascón, jefe de Medicina Tropical del Clínic e investigador de Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal). El médico justifica este incremento “por la gran epidemia de este virus en países del Caribe, como Haití o República Dominicana”. Los 11 pacientes con chikungunya que se han registrado en total en el último mes se infectaron durante sus viajes a varios países de Latinoamérica.
Gascón advierte de que “la previsión es que los casos vayan en aumento” durante el verano, ya que muchos catalanes irán de vacaciones a zonas del Caribe donde los casos de chikungunya ya se cuenta por miles. Al tratarse de una enfermedad que aún no es de declaración obligatoria (enfermedades transmisibles que los médicos están obligados a notificar a las autoridades de salud pública por ser de especial importancia para la comunidad), ni la Generalitat ni el Ministerio de Sanidad disponen de un registro específico de casos de chikungunya. Según el Gobierno Catalán, entre 2010 y 2013 se contabilizaron ocho casos.
La enfermedad, descubierta en Tanzania en 1952, se transmite por la picadura del mosquito de la fiebre amarilla (Aedes aegypti) y del mosquito tigre (Aedes albopictus). Aunque el primero está confinado en zonas tropicales, ya se ha detectado la presencia del tigre en numerosas zonas de Europa, entre ellas, Cataluña. Si este insecto pica a una personas infectada con chikungunya, adquiere el virus y puede propagar la enfermedad en cada picadura.
“Hay que disminuir la densidad vectorial. Hay que tomar las medidas necesarias para que los mosquitos tengan difícil reproducirse”, señala el investigador del ISGlobal, un centro de referencia en enfermedades tropicales. El mosquito tigre no precisa grandes cantidades de agua para criarse; un pequeño charco de agua estancada es suficiente para favorecer la cría. “Hemos desplegado todos los protocolos de vigilancia epidemiólogica. Hemos creado una videocápsula para concienciar a la gente que se va de viaje, que se cuide de las picaduras y si, al volver tienen fiebre u otros síntomas, que acudan al médico. Los profesionales están avisados y también los ayuntamientos, desde el control de plagas, controlan las zonas donde hay altas densidades de mosquitos”, apunta Mireia Jané, subdirectora general de vigilancia y respuesta a emergencias de Salut Pública de la Generalitat.
El período de incubación de chikungunya es de cuatro a 12 días desde la picadura del mosquito infectado. Los expertos advierten de que no es una dolencia mortal, pero sí muy molesta porque los dolores en las articulaciones pueden prolongarse varias semanas e incluso meses. La fase aguda, con fuertes dolores de cabeza y malestar generalizado, dura unos cinco días.
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