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La policía destapa en Noia un fraude masivo en la venta de marisco

La cofradía de pescadores vendió toneladas de marisco procedente de zonas contaminadas

Sede de la Cofradía de Pescadores de Noia
Sede de la Cofradía de Pescadores de NoiaÓscar Corral

Básculas sin calibrado ni autorización oficial que pesan hasta un 12% por debajo de lo real. Miles de kilos de berberechos y almejas que desaparecen al pasar por la depuradora o que son comercializados en negro, sin que los mariscadores que los recolectaron cobren un céntimo por ello. Son muchas también las toneladas de marisco vendidas sin el obligatorio documento de registro que garantiza que pasó todos los controles sanitarios y que puede ser consumido sin riesgo para la salud. Y son sólo algunos de los demoledores resultados de las pesquisas e inspecciones en la Cofradía de Pescadores de Noia que llevó a cabo la policía autonómica por orden del Juzgado número 2 de esta localidad coruñesa.

 En el punto de mira de las múltiples y graves prácticas fraudulentas que destapa la extensa investigación judicial está la directiva de la entidad, con su patrón mayoral frente, Santiago Cruz Martínez. La policía propone al juzgado, que abrió diligencias el pasado mes de enero a raíz de la denuncia de dos mariscadores, ampliar la investigación judicial para averiguar “el fin último de todo el marisco que la cofradía obtiene de manera fraudulenta”. “Queda pendiente comprobar si la ganancia con la venta de ese marisco repercute en una financiación paralela de la cofradía o de forma particular en uno o en todos los componentes de la directiva, o ambas a la vez”, subrayan los agentes.

En las conclusiones de sus informes, a los que tuvo acceso este diario, acusan a la cúpula de la cofradía de haber vendido en negro nada menos que 56.966 kilos de bivalvos durante la última campaña marisquera, que se prolongó desde octubre de 2013 hasta el pasado 31 de marzo. Esas casi 57 toneladas de marisco fueron comercializadas sin las obligatorias notas de primera venta que deben emitirse con todo lo que es subastado en las dos lonjas noiesas, la de Testal y la de O Freixo. En el mismo periodo, el equipo del patrón mayor Cruz Martínez, según concluye la policía autonómica tras cotejar la documentación y actas oficiales de la cofradía, también vendió ilegalmente en lonja 1.581,12 kilos de almeja que carecía del imprescindible control sanitario. Esa tonelada y media de marisco procede de una zona de la ría noiesa clasificada como B, es decir, que solo puede ser vendido a una conservera o una depuradora, y cuya comercialización directa a particulares está prohibida. Sin embargo, se vendió en lonja sin el documento de registro que acredite su origen y su consumo sin riesgo.

Pero hay más. Los extensos atestados policiales también dan por probado que los gestores de la cofradía comercializaron 13.703 kilos de berberechos y almejas de los 54.588 que fueron incautados por estar contaminados al arrancar la campaña marisquera, el 8 de octubre de 2013, cuando se cerró la ría de Noia porque se detectó la temida presencia de toxina. Aquel fatídico día, los mariscadores vieron cómo el fruto de su trabajo fue condenado a ser destruido. Pero, según la policía, 13,7 toneladas sí fueron vendidas en lonja pese a carecer de los obligatorios análisis sanitarios, “con el riesgo para la salud pública que pueden traer el poner esos lotes en la cadena de comercialización y consumo”. “Se desconoce a día de hoy el fin último de esa partida”, añade el informe policial. En todo caso, no fue en beneficio de los 1.500 mariscadores de la Cofradía de Noia. Cobraron cada uno una indemnización única durante los muchos días de cierre de la ría por toxina de 129,36 euros.

Trapicheo en el pesaje

La directiva de la Cofradía San Bartolomé de Noia, que remató en marzo la última campaña con una facturación oficial de 9,3 millones de euros por la venta de casi 2.000 toneladas de marisco, “realiza prácticas irregulares en la comercialización de los productos” que recolectan sus socios. Y “las cantidades con las que trabaja de forma fraudulenta son muy elevadas”, advierte la policía autonómica en las conclusiones de sus investigaciones.

El equipo del patrón mayor, Santiago Cruz, es el responsable, continúan los agentes en sus atestados, de las “muchas irregularidades” que se detectaron en las actas y libretas de las dos lonjas de esta cofradía. “Se apuntan kilos de más y se quitan kilos de forma fraudulenta”. En la depuradora de la entidad, “se pierden kilos de marisco” al entrar más del que oficialmente sale para su subasta. Y los pesajes de los bivalvos también resultan un fraude en detrimento de los mariscadores, remarcan los agentes.

La policía acusa a la directiva de la cofradía de obtener mucho berberecho y almeja “de manera fraudulenta y para uso a su conveniencia ya que es marisco que no está registrado en ninguna parte”. Lo consigue a través de “prácticas irregulares” que sólo dependen del equipo de Cruz. Uno es el cuestionado “redondeo”, que consiste en pagar a los mariscadores sólo de kilo en kilo sin tener en cuenta los gramos de moluscos que aportan. Si por ejemplo, recolectó 1,6 kilos de marisco, cobrará sólo uno pero el resto se lo queda la cofradía.

Otro de los métodos irregulares son las denominadas demasías, es decir, el marisco que excede el tope diario de captura, y los moluscos de talla no reglamentaria. Berberechos y almejas que entran en esas dos categorías deberían ser devueltos al mar o resembrados en las siete horas siguientes, como máximo, a su extracción. Pero los gestores de la cofradía no lo hacen, y lo subastan en lonja con el resto del marisco. Lo que genera pingües beneficios económicos, subrayan los informes policiales.

En la inspección sorpresa que realizaron en las dos lonjas noiesas a principios de marzo, los agentes comprobaron que gracias a los fallos en las básculas y el redondeo, la cofradía se quedaba con hasta un 12% más de kilos de marisco que el que paga a los recolectores. En la lonja de O Testal, la cofradía ese día “se hizo para uso a su conveniencia” con 120 kilos de berberecho que no quedaron anotados en ningún registro.

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