Zoido multa a un conservatorio por ruido
El Ayuntamiento cursa una sanción de 1.500 euros y pide el cese del “foco emisor”
La dirección general de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Sevilla ha abierto expediente al Conservatorio de Música Manuel Castillo porque el ruido que emiten los instrumentos musicales es superior al límite permitido en 10 decibelios.
El procedimiento sancionador, abierto por el gobierno de Juan Ignacio Zoido en noviembre de 2013, se inició a instancias de un vecino de la institución, ubicada en calle Baños, una de las vías de entrada de vehículos al centro más estrecha y con más contaminación acústica de la ciudad. “La fuente ruidosa objeto de las mediciones, instrumentos musicales, se encuentra situada en el edificio del conservatorio, frente a la vivienda afectada por los ruidos y separados por una distancia de 4,25 metros”, reza el expediente del servicio de Protección Ambiental.
La Organización para el Comercio y el Desarrollo Económico (OCDE) sitúa en 65 decibelios el límite a partir del cual se puede dañar el sistema auditivo; mientras que la Organización Mundial de la Salud (OMS) rebaja a 55 el tope a partir del cual se producen molestias serias para el bienestar.
“Es paradójico que a un conservatorio se le acuse de emitir ruidos. A nosotros nos parece un sinsentido tan grande como una catedral. Cuando se producen este tipo de problemas, lo normal es resolverlos desde la lealtad institucional, sin tener que llegar a amenazas de multa y de cierre”, comentó ayer el concejal socialista Antonio Muñoz. “Vivimos en una ciudad ruidosa y que el foco se ponga en la música es ridículo”, añadió Muñoz.
Según el edil, el Ayuntamiento tendría que haber tenido “sensibilidad” en este tema y haber avisado a la Consejería de Educación, Cultura y Deporte, titular de la institución, para tratar de resolver el problema; en lugar de sancionar directamente, sin ponerse en contacto con la Administración autonómica.
El expediente aclara que el “valor diario del nivel de presión sonora supera el límite en 10 decibelios”, por lo que se trata de una “infracción administrativa muy grave”. Medio Ambiente propone una sanción de 1.500 euros y ordena el “cese inmediato del foco emisor en el plazo de un mes desde la notificación”, que se realizó el pasado 11 de abril.
En caso de que no cesen los ruidos, es decir, las clases de música que molestan al vecino que puso la denuncia, el Ayuntamiento puede ordenar la clausura de la actividad y “proceder a su ejecución forzosa mediante precinto”.
El proceso contra el conservatorio, que cuenta además con un auditorio de 500 localidades, está pendiente de las alegaciones que puede presentar la Consejería de Educación.
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