El Gobierno trata de pasar la página de Urkijo y pide tiempo a la oposición

El Gobierno quiere pasar página lo antes posible de la polémica, que se ha estirado durante más de dos semanas, sobre el relevo en el área de víctimas, un problema de personas entremezclado con el del enfoque en la política que persigue la administración autonómica en esta materia. Tras la destitución del asesor Txema Urkijo y su reemplazo con Aintzane Ezenarro y el técnico Enrique Ullibarriarana, después del Consejo de Gobierno el portavoz Josu Erkoreka ha aconsejado este martes a la oposición “mirar más al futuro que enfrascarse en el pasado”.

Ante las críticas de PSE y PP sobre el desequilibrio que entienden que se ha producido con la designación de Ezenarro, el portavoz ha evitado referirse a la brecha ensanchada con ambos partidos a raíz de la destitución de Urkijo y reclamó “tiempo” para que los dos nuevos asesores trabajen. Ambos tienen “acreditado compromiso, apoyo y empatía con las víctimas”, ha defendido, y ha añadido que “encajan perfectamente” en el equipo de la secretaría de Paz y Convivencia que encabeza Jonan Fernández y en la que el exasesor ha declarado que fue apartado en la gestión del día a día. Urkijo ha mostrado su afecto hacia Ullibarriarana, secretario de Maixabel Lasa durante el anterior Gobierno socialista, y ha mantenido las distancias sobre Ezenarro.

Para pasar página a las críticas sobre los nombres, pero sobre todo ante las dudas que se han generado en torno a la atención de las víctimas —el propio exasesor reconoció que se ha producido un “déficit”, una “laguna” que el Gobierno desmiente—, el Ejecutivo ha vuelto este martes a poner sobre la mesa un programa de atención “directa” a cada persona de este colectivo, con sus “necesidades y demandas”.

El plan Gertu desea “afinar” más el actual contacto con las víctimas

Lo avanzó el lehendakari, Iñigo Urkullu, el pasado viernes y Erkoreka ha añadido, a preguntas de los medios y con una respuesta que traía escrita de antemano, un solo nuevo dato: el nombre. El programa se llamará Gertu (cerca, en euskera) y se basará, como resaltó Urkullu el viernes en el Parlamento, en mejorar la comunicación con cada víctima. Es algo que ya se hace, ha reconocido el portavoz, pero tratan de “afinar mucho más en ese trato directo”.

¿Un programa para cubrir un déficit? El portavoz ha negado la mayor y ha señalado que tratan de “mejorar” lo existente, no de cubrir un “vacío”. Sin embargo, ha añadido que tratan de aplicar las conclusiones de un informe elaborado en 2013 por el Instituto vasco de Criminología (IVAC) sobre la situación de las víctimas del terrorismo residentes en Euskadi. El análisis arroja una conclusión con afirmaciones más contundentes.

El documento, realizado por los expertos de la Universidad del País Vasco (UPV), recoge que en el trato institucional un 50,6% de las víctimas del terrorismo encuestadas dicen que no se siente bien tratadas. El resto, las que dicen que sí han recibido una buena atención, matizan que es un “cambio reciente, que podría mejorarse” y resaltan el “trato personalizado”. Las víctimas reclaman en el estudio “un apoyo personalizado y no partidista”. Asimismo, los autores del análisis resaltan que solo un 11,8% recibieron apoyo o acompañamiento en el juicio contra quienes asesinaron a sus familiares o les hirieron, e indican que hay una falta de información porque el 28% de los afectados no supo responder a esa pregunta.

Se piensa en realizar un próximo programa para adecuar un relato

Entre las conclusiones, el equipo de expertos de la UPV remarca además que “algunas víctimas han sido objeto de un trato administrativo meramente burocrático”. El estudio también hace autocrítica y señala que menos del 10% de las víctimas han sido contactadas por la universidad pública a lo largo de estos años.

Otra de las peticiones que salen a la luz en el informe, la de una mayor participación, es la que el Ejecutivo quiere cubrir con un programa de grupos de trabajo de las víctimas para la construcción del relato de lo ocurrido, en un momento en el que se empieza a avanzar en la creación del Instituto de la Memoria o el Memorial de Víctimas.