Una central eléctrica agravó los daños de la riada de la Vall d’Aran de junio de 2013

Una central hidroeléctrica situada aguas arriba de Arties (Val d'Aran) agravó los daños catastróficos de la riada del río Garona de junio de 2013 al no abrir sus compuertas y acumular tal cantidad de agua que esta acabó por derrumbar un terraplén y hacer crecer súbitamente un 47% el agua que bajaba por el cauce. Así lo ha confirmado este lunes el presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), Xavier de Pedro, al presentar este lunes en Vielha el informe de análisis y conclusiones sobre las riadas que asolaron el valle hace nueve meses.El río se desbordó en varios puntos de su recorrido y la fuerza del agua arrastró casas, puentes y tramos enteros de carretera, además de dañar diversas infraestructuras. Las localidades de Les y Bossòst, cerca de la frontera con Francia, permanecieron totalmente incomunicadas durante tres días.

El presidente de la CHE ha explicado que la avenida fue consecuencia de un aumento de los caudales en la cuenca del Garona debido a los deshielos y a las intensas lluvias registradas por esas fechas, superiores a 100 litros por metro cuadrado en muy corto periodo de tiempo. De Pedro ha asegurado que, al no abrirse las compuertas de la central de Arties, reventó el terraplén de la margen izquierda, lo que produjo un incremento de caudales 158 a 233 metros cúbicos por segundo, un 47% más.

Este hecho ha obligado a establecer un protocolo con la eléctrica Endesa para coordinar si fuera necesario actuaciones de emergencia y que en ese caso el personal de la eléctrica pueda abrir las compuertas con la máxima rapidez. De Pedro ha reconocido que no existía con anterioridad ningún protocolo de estas características ni una obligación clara de la concesionaria.

De Pedro ha enumerado las obras de emergencia ejecutadas por la CHE a lo largo del recorrido del Garona, que hasta el momento han supuesto una inversión de 4,2 millones de euros, principalmente en consolidación y construcción de muros de contención.

También ha anunciado que la CHE requerirá la legalización de las infraestructuras que no contaban con la preceptiva autorización para realizar obras en el dominio público hidráulico, especialmente puentes y campings. Sobre estos últimos ha señalado que de los siete que hay en funcionamiento en el valle ninguno estaba legalizado. A partir de ahora no se autorizarán pernoctaciones en zonas de flujo preferente.