El Parlamento pide mantener activa la tarjeta sanitaria a quienes emigren

El Parlamento ha reclamado al Gobierno central, a través de una resolución pactada por PNV, EH Bildu y PSE, que “abandone las políticas restrictivas de derechos en materia sanitaria” y derogue “restringen el acceso a la asistencia sanitaria a las personas que se encuentran en el extranjero temporalmente". Con esta resolución, en la que UPyD se ha abstenido (solo el PP ha rechazado todos los puntos), la Cámara ha sumado un pronunciamiento más en contra de las medidas sanitarias que el Ejecutivo de Mariano Rajoy viene poniendo en práctica desde hace dos años y que han generado importantes mayorías parlamentarias en el seno del Legislativo vasco.

En este sentido, ante la decisión de restringir la tarjeta sanitaria a quienes buscan un futuro en el extranjero, sobre todo jóvenes, la Cámara ha denunciado la “imposición” de estas medidas porque “no respetan las competencias” vascas y “perjudican gravemente el derecho a la protección de la salud”. Pero, sobre todo, ha fijado la exigencia al Gobierno vasco de que “mantenga activa la tarjeta sanitaria a los ciudadanos” afectados por la última medida, que establece que aquellas personas que salgan al extranjero durante más de tres meses se les invalide la tarjeta sanitaria. Y le ha reclamado que tome todas las medidas "jurídicas" para enfrentar estas decisiones.

La resolución supone un refrendo del Parlamento a las intenciones del Gobierno vasco, que pocos días después, tal y como avanzó este diario, resolvió seguir atendiendo como hasta ahora a las personas que tengan que salir al extranjero.

La socialista Blanca Roncal, ha recordado que “ni las privatizaciones, ni los copagos, ni las restricciones de acceso al sistema sanitario generan ahorros”, y ha subrayado que el Parlamento ha ido aprobando resoluciones de rechazo de los recortes del Gobierno central en este sentido en los dos últimos años. Gorka Maneiro ha insistido en que "no sabemos qué ahorro supone esta medida y el Gobierno español tampoco" y ha señalado no saber cómo se controlaría la medida en caso de ponerse en marcha por parte del ministerio. "1.000 millones al año, por atender a 700.000 extranjeros que se habían marchado a sus países de origen y seguían con la tarjeta sanitaria española", le ha respondido la popular Laura Garrido, la única que ha defendido la medida.

Garrido ha explicado que quienes salen a trabajar al extranjero están cubiertos por los sistemas sanitarios del país en el que residen en ese momento y cuando viajan a España están cubiertos por la tarjeta sanitaria europea, ha indicado que los que salen a estudiar están cubiertos por los seguros escolares. Los parados, ha añadido, están cubiertos durante tres meses y, después, por la legislación de cada país. Tras indicar estos supuestos, ha reclamado al resto que "no hagan demagogia ni alarma social". Maneiro le ha reprochado que "es posible que haya parados que o generen el derecho al acceso en esos países y pierdan el de España". "Han matado moscas a cañonazos", le ha respondido la socialista Roncal.

Todos los partidos salvo el PP han criticado la gestión sanitaria del Gobierno central por los "recortes" que ha puesto en marcha y han asegurado que los más afectados por la última medida son los jóvenes, de cuya situación han vuelto a advertir los parlamentarios. Maneiro ha añadido que "aquí, en Euskadi, también ha habido recortes".

Garrido ha explicado que lo que busca la medida es acabar con las "negligencias" en el uso de la atención sanitaria española y ha asegurado que lo que intenta es que los extranjeros que han estado residiendo en España y que hayan vuelto a sus países de origen no sigan utilizando la tarjeta sanitaria española en sus países, "girando facturas a España". Ahora hay un sistema "más justo y más equitativo" que antes, ha asegurado Garrido, citando cambios del Gobierno de Mariano Rajoy como que los parados sin prestación, que antes quedaban fuera de esa cobertura.