Pablo Malo: “No haré con ‘Lasa y Zabala’ pornografía de la violencia”
El realizador donostiarra acomete el rodaje como un 'thriller' político con un punto de vista humano
El realizador donostiarra Pablo Malo acomete el rodaje de Lasa y Zabala, su película sobre el primer crimen de los GAL, como un "thriller político" desde un punto de vista "humano", con el que no piensa hacer "pornografía de la violencia". Malo ha hablado este miércoles en un descanso del rodaje de este filme en el cementerio de Tolosa (Gipuzkoa), donde en 1995 fueron depositados los restos de Joxean Lasa y Joxi Zabala, presuntos miembros de ETA secuestrados y asesinados en 1983 y enterrados en cal viva para hacerlos desaparecer.
El cineasta se ha ceñido a los hechos probados en la sentencia que condenó, entre otros, al general Enrique Rodríguez Galindo por estos hechos y, aunque está documentado que los jóvenes fueron torturados de forma despiadada y continua, y desea ser fiel a lo que "más o menos se sabe que pasó", quiere "mantener la distancia, el tono y el respeto" a sus familias y al espectador. "Creo que es muy fácil sobrarse en este sentido. Va a ser una historia mucho más seca, incluso los tiroteos van a ser bastante realistas, no quiero darles espectacularidad de ningún tipo", señala Malo, Premio Goya al mejor director novel en 2005 por Frío sol de invierno.
Dice que este caso es "muy emblemático", pero que sabe que también es "muy delicado" y que siempre habrá gente que dirá que por qué ha elegido esta historia y no otra. "Esto es un capítulo de todo lo que ha ocurrido en este país durante muchísimos años y todo lo demás seguirá llegando. Yo estaría encantado contando una historia absolutamente distinta, o desde el otro lado incluso, pero en este caso sí tengo muy claro de qué lado estoy, sí me posiciono y eso fue una barbaridad", afirma. Malo opina que se debe contar la historia de los años de violencia en Euskadi como lo han hecho británicos e irlandeses, que asegura que son "los que mejor han sabido hacer este tipo de cine", directores como Jim Sheridan o filmes como Bloody Sunday, de Paul Greengrass, y Agenda oculta, de Ken Loach, que están entre sus referencias.
"Es sano empezar a abrir las ventanas y que comience a entrar aire. Que asumamos todo lo que ha ocurrido en este país durante tantísimos años", recalca el realizador. Él la ha abierto en este caso no para hacer un documental, sino una película que "visualmente sea muy potente" basada en unos hechos reales, pero en la que los personajes se han construido sobre la ficción.
Malo, que se ha reunido con las familias de Lasa y Zabala, ya les ha advertido de que no van a reconocer en los protagonistas "ni los gestos ni la forma de andar o de hablar" de Joxean y Joxi, aunque ellos ya le han dicho que no quieren ver el filme. "Ellos han basculado mucho entre la satisfacción de hacer una película sobre sus familiares y que triste y doloroso que es volver a remover toda esta historia", asegura.
También se ha "ficcionado" al letrado guipuzcoano Iñigo Iruin, a quien interpretará el actor Unax Ugalde, que encabeza el reparto junto a Jon Anza (Lasa) y Christian Merchan (Zabala). "El personaje está basado en Iruin, pero no me gustaría centrarlo tanto en su persona. Lo que pasa es que sí necesitaba un arco dramático para tener un hilo conductor de la historia y nos venía muy bien que fuese uno de los abogados de la familia. Se va a llamar Iñigo y la gente lo va a poder relacionar con él, pero no es exactamente él", explica.
Malo ha contado con la colaboración del antropólogo forense Francisco Etxeberria, que fue quien identificó los restos de Lasa y Zabala cuando fueron hallados en un cementerio de Alicante en 1995 y que ha supervisado los huesos que van a utilizar para el filme. Afirma que durante la preproducción se encontró con problemas que nunca había tenido con sus anteriores trabajos, con entidades e instituciones que se negaron a prestarle su ayuda cuando supieron qué película iba a rodar y de las que prefiere no dar nombres. Menciona únicamente la negativa que ha recibido para poder filmar en el palacio de La Cumbre, residencia del subdelegado del Gobierno en Gipuzkoa, donde Lasa y Zabala fueron trasladados tras su secuestro en el País Vasco francés y donde fueron torturados.
"No lo entiendo, creo que seguimos siendo una democracia bastante infantil. Esto ocurrió en La Cumbre. No quería rodar dentro porque está todo cambiado, pero sí en el jardín. En el exterior vamos a poder hacerlo, pero no en el jardín que también me habría gustado", precisa. Malo no quiere oír hablar del estreno de Lasa y Zabala ni de su posible presentación en el Festival de San Sebastián. Comenta que esa fase le queda "lejísimos" cuando está rondando, aunque cree que llegará a las salas antes de final de año.
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