El fiscal pide cuatro años para los dueños de Sacresa por defraudar 15 millones
Cuatro miembros de la familia Sanahuja están acusados de no declarar las plusvalía de una venta
El fiscal pide cuatro años de cárcel para cuatro miembros de la familia Sanahuja, propietaria del grupo inmobiliario Sacresa, a los que acusa de un delito contra la Hacienda Pública por supuestamente haber defraudado 15,4 millones de euros al no declarar las plusvalías de una venta de acciones.
En su escrito de acusación, el fiscal pide cuatro años para Román Sanahuja; su esposa, Ana María Escofet; y sus dos hijos Javier y Juan Manuel, para los que también reclama una multa de 65 millones y una indemnización a Hacienda de 15,4 millones.
Según el fiscal, los cuatro acusados defraudaron al fisco un total de 15.476.664,75 euros al no declarar las plusvalías de una venta de acciones en el Impuesto de Sociedades del ejercicio 2007. Una sociedad que controlaban los imputados, Rua Nova —propiedad de Sacresa—, vendió el 31 de julio de 2007 todo su activo, consistente en participaciones en la promotora inmobiliaria Tres Cantos a Inmobiliaria Colonial, por la que obtuvieron un beneficio de 52,1 millones de euros.
El fiscal sostiene que Rua Nova tendría que haber declarado el beneficio obtenido y haber tributado a Hacienda una cuota de 15,4 millones de euros por la plusvalía lograda por la venta, si bien la sociedad no realizó pagó alguno, ya que sólo incluyó las operaciones correspondientes al primer semestre del año.
El ministerio público sostiene que, para "eludir la tributación" sobre la plusvalía generada, Rua Nova y Sacresa emplearon un "mecanismo defraudatorio", por el que ambas sociedades se fusionaron en septiembre de 2008, aunque en la escritura ubicaron la absorción el 1 de julio de 2007, con la "única finalidad" de trasladar a Sacresa la plusvalía. Además, después de que, en junio de 2009, Hacienda comunicara una inspección a Sacresa, como sociedad absorbente de Rua Nova, la inmobiliaria elaboró una declaración complementaria sobre el Impuesto de Sociedades de 2007 en el que declaró un beneficio por la fusión, pero incluyó gastos relativos a provisiones por pérdidas generadas con productos financieros.
De esta forma, según el fiscal, Sacresa logró compensar los ingresos de la fusión "con gastos no deducidos anteriormente", con lo que consiguió eludir la tributación y no ingresó cuota alguna en el Impuesto de Sociedades. A través de este "mecanismo defraudatorio", agrega el fiscal, la tributación de la plusvalía obtenida por Rua Nova se "eludió completamente", al ser "artificiosamente trasladada a la órbita patrimonial de Sacresa", donde se compensó con pérdidas financieras previstas.
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