La Xunta elimina el sistema del 112 que conectaba a los equipos de emergencias
La herramienta permitía conocer el minutado de los avisos y los medios movilizados La supresión se produjo tras las críticas al operativo de Angrois
Unos días después del accidente de Angrois, los bomberos de los parques públicos y de gestión indirecta de Galicia se quedaron sin el remoto 112, como abrevian el Sistema de Xestión Remota del Centro de Atención de Emerxencias 112 (CAE) de Galicia. Viene a ser un terminal informático conectado a la Red que les daba entrada a un programa específico para las emergencias de la comunidad. Les permitía ver la alerta de las llamadas, la descripción de la operadora en tiempo real mientras la introducía en el sistema, el minutado exacto de los avisos, los medios movilizados y su posición. Esos informes, que eran un registro secuenciado y detallado de toda la intervención, se podían guardar e incluso imprimir, explican trabajadores de las emergencias gallegas.
En el parque ferrolano, por ejemplo, el remoto 112 se bloqueó a los pocos días del descarrilamiento del Alvia. Durante los primeros días, los efectivos de guardia en la sala de comunicaciones todavía podían consultarlo pero no extraer copias. Poco después, ya no permitía ni una cosa ni la otra.
La excusa informal fue una avería que, por lo visto, no se solucionó desde agosto y que se generalizó por toda la comunidad. Ningún parque de bomberos de Galicia, ni los 8 municipales —en las 7 grandes ciudades y en Silleda— ni los 23 de gestión indirecta que suman unos 400 efectivos en las cuatro provincias en manos de firmas como Veicar, Natutecnia o Martinsa, tiene acceso al sistema de la Axencia Galega de Emerxencias (Axega), que depende de la Consellería de Presidencia de Alfonso Rueda. Tampoco enlazan con el remoto 112 los GES (Grupos de Emerxencias Supramunicipais) ni las agrupaciones de Protección Civil. "Todos los remotos han sido dados de baja temporalmente", afirman trabajadores del servicio, preocupados porque no tienen una herramienta única que los ponga en común.
La Xunta lo confirma pero introduce un matiz. Aduce que los técnicos de Axega trabajan en “una nueva versión del sistema para mejorarlo y optimizarlo con mayor seguridad y operatividad”. No aclaran porque se dio de baja ni tampoco dan una fecha próxima para la versión actualizada de una herramienta informática que coordina a los efectivos y registra órdenes y comunicaciones, reclamada como básica por los trabajadores. “Esperamos que esté listo lo antes posible, en cuestión de meses”, apunta un portavoz de la Consellería de Presidencia. El Gobierno gallego explica que el sistema se suspendió “el año pasado” —fue en verano— después de que la Dirección Xeral de Emerxencias informara a sus usuarios. “No afecta a la coordinación”, insisten. “El remoto sería un plus pero las emergencias se gestionan como siempre”.
A los bomberos, tanto los municipales como de los parques privados, las explicaciones de la Axega les suenan a chirigota. ¿Para qué iban a quitar un sistema que funcionaba sin tener aún disponible el que debe reemplazarlo?, se preguntan. Entienden que la Xunta quiere taponar las fugas de información que evidencien posibles negligencias o errores de gestión evitando que los documentos de las intervenciones se aireen en los medios, como ya ocurrió tras el accidente del Alvia, o que los efectivos pueden percatarse y denunciar los fallos de coordinación entre equipos. Ponen como último ejemplo lo ocurrido en Muxía durante el incendio de la ermita la mañana de Navidad.
Los bomberos de Natutecnia en el parque de Cee denunciaron que habían tardado unos 90 minutos en avisarlos —recibieron la llamada de un particular a las 8,30 casi al mismo tiempo que la del 112— aunque Protección Civil estaba allí desde las siete de la mañana. Sus voluntarios habían serrado la puerta del templo y el oxígeno alimentó el fuego. “Hasta el más novato sabe que es lo último que se debe hacer”, critica un bombero. “Con el remoto, hubiéramos visto la incidencia y su localización e incluso nos podíamos haber anticipado”, se quejan. Acudieron sin el camión principal, que tenía la bomba averiada, y doblaron turno —los tres que entraban y los que salían— a pesar de la huelga que mantienen desde septiembre por las condiciones laborales en las que trabajan.
“Pasa cuando se privatiza un servicio que debería ser público bajo la tutela de una Axega ineficaz que asienta su funcionamiento sobre intereses privados”, exponen efectivos del parque de Santiago en un informe de 15 folios que analiza los medios movilizados en Angrois, muy crítico con políticos y mandos y que señala “graves deficiencias” en la coordinación del 112, que gestiona Telemark desde el Centro de Atención de Emerxencias (CAE).
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