Ayudas y línea de crédito para la digitalización de los cines

El apagón del cine analógico no tiene una fecha concreta en el calendario pero cualquier día —no lejano, para los próximos meses— las distribuidoras pueden suministrar solo el formato digital. Una digitalización que se ha sumado a los quebraderos de cabeza de los exhibidores y empresarios del sector que además de una exigua taquilla —cada vez más diezmada por la piratería, por la crisis y por el tarifazo del IVA al 21%— ahora se ven en la tesitura de cambiar los equipos. Y el coste de las máquinas oscila entre 60.000 y 80.000 euros, según fuentes del sector quejosas con la actitud de la administración. Más de uno y de dos empresarios que recientemente han bajado la persiana de sus cines —como el Alexandra o el Lauren Bailén, en Barcelona— aludían a la imposibilidad de asumir el coste de la digitalización.

El consejero de Cultura Ferran Mascarell anunció una línea de ayudas para evitar que desaparezcan los cines en comarcas enteras. Actualmente hay 14 comarcas que no tienen ni una sola sala digitalizada, por lo que el apagón analógico les dejaba al borde del abismo.

El Plan de Digitalización que aprobó ayer el Consell Executiu supone facilitar subvenciones de hasta 20.000 euros por sala para la adquisición del equipo digital. Esas ayudas están dirigidas a los cines de una sola sala, o multicines con cuatro salas como máximo, de municipios de menos de 100.000 habitantes que hagan al menos 300 sesiones al año y que estén a más de 30 kilómetros de otro cine digital. La ayuda esta dirigida, básicamente, a los pequeños exhibidores que no tienen suficiente capacidad económica para afrontar el cambio y evitar que poblaciones medianas se queden sin cines.

La segunda parte del plan es una línea de préstamos de 20 millones de euros, a través del Institut Català de Finances (ICF) para impulsar proyectos industriales culturales, como la digitalización de los cines. Desde noviembre, se han acogido a este plan nueve empresas, algunas de las cuales gestionan más de un cine, y cuatro ayuntamientos. La línea de crédito está dirigida a empresas del sector que sí tienen capacidad para afrontar la inversión pero no liquidez. Actualmente, en Cataluña hay 766 salas de cine, de las que 366 son digitales —el 47,7%— y 400 son salas que se rigen por el sistema analógico —52,3%—.

La transformación del analógico al digital se inició hace algo más de una década. En Barcelona, fue el grupo Balañá el que empezó a sustituir los equipos en Cinesa Diagonal. Desde entonces, la digitalización se ha ido afrontando pero a un ritmo más bien tranquilo salvo algunas circunstancias que lo aclararon, como el estreno de la película Avatar ya que solo se podía exhibir en formato digital. La crisis y las dudas sobre el futuro han pesado en muchos exhibidores a la hora de afrontar el cambio.