Un presupuesto sin cuento de la lechera

El Gobierno que preside Rita Barberá aprueba hoy en la comisión de Hacienda unas cuentas municipales para 2014 que desecha todas las propuestas de la oposición. "Hemos hecho unas previsiones realizables; lo demás es el cuento de la lechera", aseveró el concejal delegado de Hacienda, Silvestre Senent. También exigen a la Generalitat que cumpla con las inversiones prometidas a la ciudad dentro del Plan Confianza y que ascienden a 36 millones de euros.

Los tres grupos —PSPV, Compromís y EU— habían reclamado el fraccionamiento del pago de impuestos en doce meses, conseguir ingresos urbanísticos extra por 18 millones o cobrarle a la Iglesia el IBI en los edificios que no se dediquen al culto. El PP, grupo de gobierno, no aceptará ninguna, avanzó el concejal. "Somos un estado aconfesional, no laicista", argumentó.

El Consistorio de Valencia ha recibido un total de 43 escritos, entre reclamaciones y peticiones. Las enviadas por UPyD llegaron fuera de plazo y se responderá a ellas en la comisión prevista hoy. Pero la impresión que dio Senent es que tampoco prosperarán.

La recién anunciada subida de las tarifas eléctricas amenazan con dar al traste con el presupuesto de iluminación. "Nos desmonta el aumento de las tarifas pero lo compensaremos con más ahorro energético". La oposición pedía en una de las alegaciones un ahorro del 15% de la factura eléctrica. Las cuentas municipales introducirán el próximo año controles a la concesión de subvenciones. Incluso las nominales tendrán que justificar su importe.

El Gobierno local, por boca del concejal delegado de Hacienda, ha dejado claro que se va a pedir a la Generalitat que cumpla con las inversiones comprometidas en la capital dentro del Plan Confianza. El Consistorio que preside Barberá tiene aprobadas inversiones municipales por importe de 36 millones de euros para el año próximo. Del total se dedican 9,3 millones de euros a la creación del bulevar San Pedro en El Cabanyal, un millón para la rehabilitación del Colegio de Arte Mayor de la Seda y otro millón a la urbanización del entorno del museo San Pío V.

La petición de Senent a la Generalitat no es gratuita y tiene que ver con el retraso en los pagos de estas inversiones. La última inversión comprometida por los impagos de la Administración que preside Alberto Fabra ha sido la reforma del edificio consistorial. Con cargo al Plan Confianza se contrató en 2012 por 3,2 millones de euros a la empresa Sacyr la reforma del Patio de Cristales del Ayuntamiento de Valencia pero estos impagos han estado a punto de paralizar los trabajos.

En este sentido, la alcaldesa de Valencia aseguró ayer, tras una conversación telefónica con el consejero de Hacienda, Juan Carlos Moragues, que la Generalitat garantizaba la reforma en marcha y que en breve pensaba abonar las certificaciones pendientes.

El portavoz socialista en Valencia Joan Calabuig y la concejal de EU Rosa Albert criticaron con dureza que las inversiones locales se vean amenazadas por la falta de seriedad de la Generalitat. "Es una herencia envenenada del [expresidente] Francisco Camps", denunció Calabuig.