Los 23 ayuntamientos de Galicia en África

Cabo Verde son diez islas situadas frente a Dakar, al sur de las Canarias, que suman apenas 4.000 kilómetros cuadrados, algo menos que la extensión de la provincia de Pontevedra. Es un país de medio millón de habitantes independiente desde que en 1975 se separó de Portugal, pero bien podría llegar a ser una extensión de Galicia en África gracias a las relaciones personales y municipales que unen ambos países. Por ello, una delegación caboverdiana, encabezada por el presidente de la asociación que agrupa a sus 23 ayuntamientos, llega el lunes a Galicia para evaluar el resultado de una década de cooperación local y de cuatro décadas de emigración, principalmente a la Mariña lucense.

Fue en los años 70, al tiempo que se independizaban de Portugal, cuando los caboverdianos comenzaron a llegar a la costa de Lugo, atraídos por la demanda de mano de obra en la industria pesquera. Hoy en Burela, de sus 9.600 habitantes, medio millar son caboverdianos, un centenar son oficialmente portugueses aunque su origen esté en las islas y un número indeterminado cada vez mayor son gallegos de segunda o tercera generación por cuyas venas corre sangre africana.

Así que parece lógico que Cabo Verde sea un destino prioritario de la cooperación al desarrollo de los ayuntamientos gallegos, que desde hace 16 años se canaliza a través del Fondo Galego de Cooperación e Solidariedade. Es el Fondo, que agrupa actualmente a 90 ayuntamientos y a las diputaciones de A Coruña y Lugo, el que ha organizado para la próxima semana una serie de actos y reuniones de hermanamiento entre Cabo Verde y Galicia para “visibilizar, sistematizar y poner en valor la relación entre los dos países” y para “pensar nuevos vínculos y estrategias a desarrollar entre Galicia y Cabo Verde, incorporando también a más actores”.

Pero las reuniones servirán también para repasar lo hecho en la última década, desde que en 2002 el Fondo Galego comenzó a cooperar con la asociación de municipios de Cabo Verde. Del millón de euros que los ayuntamientos gallegos llevan destinado desde entonces (unos 100.000 euros al año) a una treintena de proyectos de cooperación al desarrollo en las islas, el 70% ha ido a parar a obras básicas de ordenación y gestión del territorio, el 21% a actuaciones de fortalecimiento institucional y el 9% a la creación de competencias técnicas entre la población.

La mayoría de los proyectos, desarrollados en colaboración principalmente con los municipios caboverdianos, pero también con oenegés, ronda los 50.000 euros de inversión, una cantidad mínima para los ayuntamientos gallegos pero que en Cabo Verde permite construir escuelas o redes de saneamiento y abastecimiento, mejorar la agricultura y la gestión de los residuos o impulsar la participación de las mujeres en la vida pública. Por ejemplo, este 2013 los proyectos en marcha del Fondo Galego en las islas son la mejora en la gestión de residuos en el municipio de Porto Novo, con un presupuesto de 29.600 euros, y otro de dinamización de la agricultura sostenible en el municipio de Santa Cruz, por 37.800 euros, de los que el 89% y el 83%, respectivamente, son financiados por los ayuntamientos gallegos.

Pese a lo escaso de las aportaciones de los municipios gallegos al Fondo, que además de en Cabo Verde llevan 16 años teniendo repercusiones palpables en países como Nicaragua, Cuba, Haití o Filipinas, en los últimos tiempos, poniendo la crisis como excusa, 12 ayuntamientos entre los que están algunos medianos como Baiona o Guitiriz, así como las diputaciones de Ourense y Pontevedra, se han dado de baja. Se han ahorrado así cuotas anuales que apenas rondan los mil euros en el caso de los municipios o los 10.000 euros en el de los entes provinciales. Aún así, el Fondo sigue agrupando hoy las ganas de cooperación internacional de los 90 principales ayuntamientos de Galicia, que representan al 70% de la ciudadanía.

Para convencer al resto de que mil euros de Galicia pueden suponer un gran cambio en África es para lo que llega también la delegación caboverdiana, encabezada por Manuel de Pina, presidente de la asociación que agrupa a los 23 ayuntamientos del país y él mismo alcalde de Ribeira Grande, municipio de la isla de Santiago. Junto a él viajará la única alcaldesa de las islas, Rosa Lopes Rocha, de Porto Novo, la localidad de la que procede la mayoría de la comunidad de Cabo Verde asentada en Burela. En ese municipio lucense empezarán el lunes las actividades, que incluyen actos en las diputaciones de Lugo y A Coruña, en los ayuntamientos de Oleiros, Cambre, Vigo, Redondela y Allariz, y reuniones con la Xunta y la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp).