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conciliación

El Gobierno elimina los nidos familiares y apuesta por potenciar las Haurreskolak

Destaca que la etapa de 0 a 3 años es educativa y no meramente asistencial, como prevén las 'haur-etxeak'

reuters

El Gobierno tumba los nidos familiares o haur-etxeak poco más de dos años después de que la anterior consejera de Asuntos Sociales, la socialista Gemma Zabaleta, generara un auténtico conflicto interno en el seno del Ejecutivo de Patxi López cuando lanzó la experiencia piloto de esta iniciativa, la creación de pequeñas guarderías de carácter meramente asistencial en pisos con un número reducido de niños de corta edad. El programa, que aspiraba en sus 18 centros iniciales en Bizkaia a contar con un máximo de diez menores en cada piso por cien euros mensuales, fue razonado por Zabaleta como una “atención a la carta” para posibilitar la conciliación familiar y laboral y recibió críticas tanto en el seno de su propio Gobierno como entre los agentes educativos.

La iniciativa, que dejó de existir a finales de la pasada semana, estaba condenado a no seguir adelante por la fuerte oposición que planteó la entonces consejera de Educación, Isabel Celaá, que defendió a capa y espada junto a su equipo el carácter educativo y no solo asistencial de la etapa de 0 a tres años. Esto llevó a escenas cuanto menos curiosas, como el momento en el que Celaá compareció en el Parlamento para anunciar el fin de un programa que el equipo de Zabaleta no quiso confirmar. Ahora, el Gobierno de Iñigo Urkullu hace suyo este argumento y defiende “primar el carácter educativo” de esa etapa basándose en el currículum para Educación Infantil para echar por tierra la iniciativa que Zabaleta vendió como una idea que copiaba a los países nórdicos.

En una respuesta parlamentaria, el sucesor de Zabaleta, Juan María Aburto, explica las razones por las que el Ejecutivo del PNV no seguirá con la idea y recuerda cómo el proyecto se lanzó “sin la necesaria colaboración” del Departamento de Educación. La iniciativa no ha “concitado los apoyos” de otras instituciones –las diputaciones, señala el documento, no se han interesado por la idea- y agentes, y no cuenta con un “acompañamiento normativo” que lo haga legal –la Ley de apoyo a las Familias habla, según el informe, de atención educativa para esa franja de edad-. Además, “carece de una regulación absoluta de los mínimos que habrían de cumplir no solo las personas cuidadoras, sino también los espacios en los que se atiende a los niños, quedando fuera del control de la administración cuestiones tan importantes como la formación, las instalaciones o las condiciones higiénicas”.

Aburto critica que la idea no buscara más apoyos, no tuviera un marco legal y generara duplicidades

Es además “imposible” acometer el proyecto de expansión de los nidos a toda Euskadi y ello supondría una “duplicidad” con el sistema educativo.

El resultante del informe es que se considera “lógico potenciar” la red de Haurreskolak en “detrimento” de los nidos familiares.

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