_
_
_
_
_

La hija de Brouard, víctima de los GAL, en el homenaje a un asesinado por ETA

La hija del dirigente 'abertzale' acepta la invitación de la viuda de Joseba Goikoetxea

Hace 20 años, cuando el sargento de la Ertzaintza Joseba Goikoetxea llevaba al colegio a su hijo Fernando, hoy agente de la Policía vasca, fue asesinado por un pistolero de ETA en una calle de Bilbao. Este viernes, su viuda, Rosa Rodero, y un amplio grupo de amigos —entre ellos, varios ertzainas— han dispuesto un homenaje con la pretensión de que lleve implícito un mensaje: la unidad de las víctimas ante el dolor.

Rodero, “nacionalista de toda la vida”, se ha empeñado hasta conseguirlo en la presencia de Edurne Brouard, hija del histórico dirigente de Herri Batasuna asesinado por otro pistolero del GAL en su consulta de la capital vizcaína. “Hemos querido demostrar que las víctimas nos podemos unir y la sociedad también debería tomar nota pensando en el mañana y en la situación de paz que ahora tenemos”, afirmó la viuda de Goikoetxea cuando este diario le preguntó por el significado del gesto de Brouard, con quien ya ha compartido más de una mesa en distintas conferencias y debates.

Tan significativo gesto coincide con un momento especialmente convulso a raíz de algunas reacciones políticas y de determinadas asociaciones de víctimas tras las primeras excarcelaciones de presos de ETA, beneficiados por la derogación de la doctrina Parot. “Me produce sorpresa la reacción de algunas víctimas porque ya se sabía desde un primer momento que la doctrina Parot no era legal y que llegaría un día en el que sería derogada”, ha dicho este jueves Rodero.

Brouard, que el pasado miércoles participó en los actos de recuerdo a su padre asesinado un 20-N de 1984, lleva años compartiendo experiencias “desde el dolor” con otras víctimas, principalmente de ETA. La hija del dirigente abertzale fue una de las participantes en la experiencia promovida por la Oficina de Víctimas del Gobierno vasco en Gleencree, localidad irlandesa donde se ubica en Centro por la Paz y la Reconciliación, organización sin ánimo de lucro fundada en 1974 con el fin de mediar entre las partes beligerantes en el conflicto del IRA. Entonces ya compartió experiencias con otras víctimas del GAL, como ella, pero también de ETA.

Brouard, este miércoles durante una entrevista en Onda Vasca en la que confirmó su presencia en el homenaje de Goikoetxea, admitió que “independientemente de nuestras posiciones políticas o ante el mundo, tenemos que ser capaces de empatizar con mucha gente que ha sufrido las mismas situaciones”. La coincidencia en el dolor ha hecho posible esta insólita presencia de víctimas causadas por grupos terroristas tan antagónicos. “Cuando estás con otras víctimas y ves su dolor te das cuenta de que, con el paso del tiempo, el dolor es igual”, destacó Rodero al justificar la invitación que había cursado a Brouard para el acto, que se iniciará con una concentración en Tívoli, lugar del asesinato de Goikoetxea, y una ofrenda floral en el puente de Calatrava.

Ambas evitan el signo político que les acompaña al valorar su presencia en este homenaje porque quieren proyectar que supere estas injerencias. “Queremos demostrar que algo se mueve, que si nosotras podemos estar juntas, la sociedad debe tomar nota y también lo puede hacer porque debemos aprovechar el momento de paz en el que estamos ahora”, subrayó Rodero, que se ha visto respaldada por amigos de su marido para dinamizar este reconocimiento.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_