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Pendientes de la salud de Azkuna

La enfermedad del alcalde de Bilbao condiciona la vida municipal y la actitud de todos los grupos La oposición cree que “está ganando tiempo”

Azkuna (en el centro) llega al pleno con los ediles Ibon Areso, José Luis Sabas e Ibone Bengoetxea y el director de Alcaldía, Andoni Aldekoa (detrás con gafas).
Azkuna (en el centro) llega al pleno con los ediles Ibon Areso, José Luis Sabas e Ibone Bengoetxea y el director de Alcaldía, Andoni Aldekoa (detrás con gafas).ALFREDO ALDAI (EFE)

Iñaki Azkuna tiene el problema de su enfermedad, pero el PNV tiene el problema de qué hacer con Iñaki Azkuna durante su enfermedad”. Esta radiografía política corresponde al asesor de un grupo municipal del Ayuntamiento de Bilbao al ser preguntado sobre cuál es el termómetro de situación en la vida diaria de esta institución, la única con mayoría absoluta de todo Euskadi, y azotada por una inusual gresca entre el alcalde y PSE, PP y EH Bildu en pleno debate sobre los Presupuestos de 2014.

La larga figura de este alcalde, reconocido como “el líder de la ciudad” por uno de sus propios rivales políticos en la Corporación bilbaína, distorsiona el debate porque su avasalladora personalidad provoca, ahora más que nunca, sentimientos políticos y humanos. Azotado por una larga convalecencia que le ha apartado presencialmente de la vida municipal desde hace más de medio año, Azkuna, considerado el mejor alcalde del mundo, siente desde la distancia cómo su reconocido carisma y calado popular se acrecientan por “la compasión que siempre se le presta a una persona querida que está enferma”, según admite un concejal de la oposición.

¿Nota la gestión de Bilbao su ausencia? Indudablemente, sí vienen a coincidir las distintas fuentes consultadas por EL PAÍS. “Pero como una gestión de la imagen”, apostilla una fuente del PNV, “no como imagen de la gestión”. En la oposición creen, sin embargo, que afecta especialmente “al motor, al ritmo” de la gestión, dicen unos, y “al rumbo, sobre todo”, creen otros. Mientras fuentes oficiales del Ayuntamiento de Bilbao han eludido dar su opinión, desde el propio EBB sostienen que “Azkuna lleva todos los temas al día y toma decisiones” manteniendo “una permanente relación con Andoni Aldekoa”, auténtica mano derecha, “porque son uña y carne como todos saben”, añaden.

Malestar municipal porque la polémica distrajo la atención de los Presupuestos

Pero a la oposición le vale un dato para “desmontar” la “normalidad” que trasluce este análisis nacionalista: “A 30 de septiembre, hace un año se había ejecutado el 55,6%; en el actual, vamos en el 25,4%”, dicen. Socialistas y populares creen que “el PNV debe tomar una decisión porque el Ayuntamiento de Bilbao no es igual con Azkuna que sin él”. Y al decirlo, las fuentes informantes piden con especial énfasis “trasladar el máximo respeto a la figura del alcalde” para así evitar un nuevo capítulo en un enfrentamiento que no ha gustado a nadie “ni tampoco al PNV”, como han admitido fuentes nacionalistas. Incluso, en el entorno de Andoni Aldekoa, director delegado del gabinete del alcalde, se admite la “contrariedad” porque este enfrentamiento ha desplazado el interés informativo que se pretendía con la presentación de los Presupuestos para 2014, dotados por primera vez en mucho tiempo de un crecimiento positivo y de un sensible esfuerzo inversor.

Desde la oposición, en cambio, creen que “al equipo de gobierno les ha salido mal hasta la escenografía, porque al final el alcalde acabó hasta protestando por la pregunta sobre su ausencia cuando parecía que estaba predestinada a Aldekoa”. En medios nacionalistas tampoco ha gustado la imagen del alcalde “como un vecino más desde una silla” asistiendo en el propio Ayuntamiento a la presentación de los Presupuestos, que son la auténtica estratégica de todo equipo de gobierno. Pero admiten que Azkuna está profundamente molesto por las críticas que asocian su larga ausencia con un efecto negativo en la gestión municipal de Bilbao y, de paso, la derivada que conllevan de menosprecio a su guardia de corps, que incluye a Aldekoa, Ibon Areso, José Luis Sabas e Ibone Bengoetxea.

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“Lo ha visto como un ataque a su persona y a sus colaboradores más directos y nuestra preocupación es que su ausencia no se note en una ciudad de la importancia de Bilbao porque él ya sabe que tiene nuestro respeto y se lo hemos demostrado”, añade un curtido concejal socialista. ¿Hasta cuándo seguirá esta situación? Nadie se atreve a poner una fecha porque depende exclusivamente de Azkuna, quien en el último pleno del pasado jueves hizo un desmedido esfuerzo para demostrar una progresiva incorporación a la vida municipal que se antoja complicada. “Qué haces con un tótem; no le puedes decir que se vaya”, destaca un concejal. Incluso, en uno de los grupos de la oposición se ha llegado a plantear sin éxito de consenso qué discurso se debería seguir ante la ausencia del alcalde. “Hay quien nos dice en la calle que resulta patético pasear al alcalde en esa situación, pero hay quienes piensan que merece todo el respeto, así que debemos tener mucho cuidado en cómo tratamos su figura”.

Para otros concejales se asiste “exclusivamente” a un intento de Azkuna por “ganar tiempo” porque “no tienen claro” la apuesta que supuso Ibone Bengoetxea, considerada en su día como una alternativa al relevo “que les ha salido mal” y que apenas cuenta ahora con opciones entre los grupos de la oposición. “El PNV sabe que han pinchado con ella, porque entre sus preferencias ha optado más por la vida personal que por la política”, señala un edil bilbaíno, que aprovecha la ocasión para recordar críticamente que “tampoco su trabajo como presidenta de Eudel le está luciendo”. En el EBB evitan cualquier referencia a la suerte de Bengoetxea aunque asumen que la clave podría estar en si Azkuna adelanta su marcha.

En ese hipotético escenario, la continuidad hasta el final del mandato de Areso en la alcaldía, que ahora ostenta en funciones, supondría anular de paso la opción de futuro de Bengoetxea y así quedaría activada la carrera de aspirantes. A propósito de esta elección, un estratega nacionalista siempre recuerda el perfil de los únicos candidatos que han conseguido mayor absoluta: José María Gorordo y Azkuna. “Ninguno de los dos son de Bilbao, pero responden al sentimiento del bilbaíno. Ahí esta la clave”, prevé.

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