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Detectan una almeja invasora en el pantano de Sant Antoni (Lleida)

El molusco, que es comestible, supone una amenaza para especies autóctonas

Almejas invasoras en el pantano de Sant Antoni.
Almejas invasoras en el pantano de Sant Antoni.

Agentes del cuerpo de Agentes Rurales del Departamento de Agricultura han descubierto en el pantano de Sant Antoni, entre las poblaciones de Tremp y La Pobla de Segur (Pallars Jussà) una almeja invasora, de procedencia asiática, que supone una amenaza para las especies autóctonas. Es comestible y en los países asiáticos se le atribuye propiedades curativas, en particular para combatir ciertas enfermedades del hígado.

El hallazgo de este molusco bivalvo (Corbicula fluminea) tuvo lugar la semana pasada durante una de las inspecciones específicas que periódicamente se realizan en los embalses cuando desciende el nivel del agua. Con estas tareas, los agentes rurales localizan posibles náyades anodonta, un molusco autóctono protegido que está presente en el fondo de este pantano y que cuando el nivel del agua está muy bajo se hace necesario rescatar aquellos ejemplares que quedan encallados en el fango para evitar su muerte.

Agricultura señala que, desde el punto de vista ecológico, la presencia de este nuevo bivalvo comportará muchos problemas, ya que entra en competencia con la especie autóctona y, al igual que ocurre con todos los moluscos, filtra el agua, alterando la dinámica de los nutrientes que contiene.

En el peor de los casos, añade Agricultura, la proliferación de esta almeja en los pantanos podría ocasionar problemas en los sistemas hidráulicos y de regadío, ya que, como sucede con el mejillón cebra, llegaría a obstruir instalaciones, conducciones y motores. Este molusco tiene gran capacidad reproductora y se calcula que un ejemplar adulto puede producir 100.000 larvas durante sus siete años de vida máxima.

La almeja asiática llegó a Europa hace cuarenta años a través de Portugal, desde donde pasó a España, Francia, Holanda, Suiza, Gran Bretaña y Rumania. En España aparece por primera vez en 1981 en el río Miño y actualmente está presente también en las cuencas del Ebro, Guadiana, Duero y en las cuencas internas de Catalunya.

En 2002 se localizó en el pantano de Mequinença y ahora ya se pueden encontrar ejemplares en cualquier lugar del Ebro desde Navarra hasta el Delta. El año pasado, los agentes rurales constataron que la almeja asiática se estaba extendiendo aguas arriba del Segre y que estaba colonizando nuevos hábitats acuáticos en los términos municipales de La granja d’Escarp, Massalcoreig, Seròs y Aitona.

Es la primera vez que se localiza en la cuenca del río Noguera Pallaresa, aunque se sospecha que pudo llegar al pantano de Sant Antoni hace tres o cuatro años, a juzgar por la edad de algunos de los ejemplares encontrados. Se cree que la almeja asiática fue introducida en Catalunya por pescadores que la hacían servir de cebo vivo.

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