Fomento echa abajo un “protocolo de colaboración” de los puertos vascos
El ministerio aduce que el convenio podría ir contra las normas de Competencia
El Ministerio de Fomento ha puesto un dique de contención a la tentativa de la consejería de Medio Ambiente de firmar un protocolo de colaboración entre los puertos de Bilbao, Pasaia y Bermeo que deja abierta la incorporación de Bayona. Puertos del Estado ha emitido una opinión desfavorable y decidido no tramitar la propuesta del Gobierno autonómico de instaurar un plan de “coordinación” de los puertos vascos, según han confirmado fuentes del ministerio. Fomento considera que “algunos objetivos” recogidos en dicho convenio “podrían resultar contrarios” a las normas de la Competencia. La consejería que dirige Ana Oregi consensuó antes del pasado verano con los responsables de las Autoridades Portuarias de Bilbao y Pasaia y del Puerto de Bermeo un borrador de “Protocolo de colaboración”, al que ha tenido acceso EL PAÍS, que fue remitido a Puertos del Estado.
Mejorar la
El objetivo central del convenio es “articular un marco general de colaboración” que contribuya “a la mejora de la competitividad del sistema portuario del País Vasco y a un mayor desarrollo y aprovechamiento de sus potenciales”, dice el borrador en la cláusula primera. En la exposición de motivos, se indica que para el “aprovechamiento pleno” de las infraestructuras portuarias “es imprescindible establecer una coordinación de sus múltiples potencialidades, mediante el desarrollo de proyectos de colaboración conjuntos”. Y, además, se ve necesario emprender proyectos conjuntos “con otros puertos dentro del ámbito Golfo de Bizkaia-Gascogne”. Por ello, se propone “dar a conocer” el contenido del protocolo al Puerto de Bayona “para que pueda sumarse” al mismo. Descartada la opción de construir del puerto exterior de Pasaia —aunque la tramitación administrativa sigue adelante, el proyecto está muerto al perder los apoyos políticos—, la consejería ha abierto esta legislatura la vía de la colaboración entre las dos principales dársenas de Euskadi.
Lorca cree que podría atentar contra la competencia
En esa estrategia encaja el convenio que ha impulsado el Gobierno y en el que se enumeran 12 objetivos. Entre estos, figura “promover una planificación integral e integrada de las infraestructuras portuarias”, “aprovechar la complementariedad” o “promover una imagen exterior común”. Pero el propósito del Departamento de Medio Ambiente no ha llegado a buen puerto. El presidente de Puertos del Estado, José Lorca, ha respondido por escrito que “no puede procederse a la tramitación administrativa” del protocolo, porque “algunos” de sus objetivos “podrían resultar contrarios al Derecho de la Competencia”. En concreto, Lorca sostiene que cuatro de los fines —coordinar actuaciones de mejora de los puertos, facilitar estrategias conjuntas de optimización, explotar las sinergias racionalizando sus flujos y promover una gestión colaborativa para hacerla más eficiente y sostenible— “podrían interpretarse como un acuerdo de reparto de mercado”.
Otros dos propósitos del protocolo —promover la mejora económica de los puertos y aprovechar la complementariedad para la promoción de los tráficos de mercancías marítimos y terrestres— “podrían ser considerados como acuerdos de fijación de precios”, sostiene el presidente de Puertos del Estado en la contestación que remite al Gobierno vasco. En su escrito, Lorca recuerda que la Ley de Defensa de la Competencia “prohíbe aquellas prácticas concertadas” que puedan “impedir, restringir o falsear” la concurrencia en el mercado. El ministerio señala que “no puede acordar la autorización” de la tramitación del protocolo porque Puertos del Estado se debe a su función de “supervisión y promoción de la competencia en la prestación de servicios portuarios”. El Gobierno vasco busca ahora otras fórmulas de colaboración entre Bilbao y Pasaia.
El protocolo
El “protocolo de colaboración” que la consejería de Medio Ambiente ha planteado a Puertos del Estado apela al deseo de Bilbao y Pasaia de aunar “esfuerzos y actuaciones” y propone crear una “comisión de control y seguimiento” en la que no se incluye a ningún representante de Fomento. La colaboración portuaria afectaría a los ámbitos de las infraestructuras del transporte y marítimas, la política comercial, los servicios portuarios o los recursos humanos.
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