Si quieres cambios, empieza por ti

Tú también puedes hacer algo. Puedes cambiar tu depósito de banco si ha engañado a sus clientes, si no ha tenido un comportamiento ético o no es transparente en sus operaciones; puedes retirar tus ahorros si se emplean para financiar a una empresa armamentística o una firma que deslocaliza su producción con el sólo objeto de engordar sus beneficios. Puedes optar por la banca cooperativa, que ha aguantado mucho mejor la crisis, o por la llamada banca ética que en España está empezando a echar raíces.

Estas fueron algunas de las ideas nucleares vertidas en la mesa redonda ¿Necesitamos una banca alternativa?: banca ética y banca cooperativa, celebrada este jueves en la Nau Centre de Cultura de la Universitat de València, en el seno de Claustre Obert, espacio de debate y reflexión creado por la institución académica y la edición valenciana de EL PAÍS. El acto fue organizado a propósito de la publicación del libro La banca que necesitamos (Publicacions Universitat de València, 2013), de Joan Ramón Sanchis Palacio, y moderado por el delegado de la edición valenciana de EL PAÍS, Josep Torrent.

Emili Villaescusa, presidente de la Confederación de Cooperativas de la Comunidad Valenciana, sostuvo que es necesario un cambio en el sistema de valores para cambiar el sistema financiero. Y abogó por el cooperativismo, cuya banca alberga el 12% de los depósitos de la Comunidad Valenciana, frente al 6,6%, de la media española. Defendió la proximidad, la transparencia y el desarrollo local de este tipo de entidades. 

Francisco Álvarez Molina, presidente de Etica Family Office y exdirector de la Bolsa de Valencia, defendió con vehemencia las tesis de la Economía del Bien Común, de Christian Felber, y propugnó la cooperación en lugar de la competitividad, el desarrollo en vez del crecimiento. En este punto, citó al pensador francés Serge Latouche: "El que cree que en un mundo finito el crecimiento puede ser infinito o es un loco o es un economista". Álvarez Instó a los ciudadanos a "mirarse en el espejo" y a actuar contra lo que consideran injusto y nada ético en las prácticas bancarias. Pequeños cambios de mucha gente pueden producir grandes cambios, concluyó.

Joan Ramon Sanchis Palacio, catedrático de administración y dirección empresas de la Universitat de València y director de Iudescoop (Instituto Universitario de Economía Social y Cooperativa) propuso algunas alternativas al fracaso de la reforma bancaria emprendida en España. Que el ICO proporcione préstamos a través de las entidades bancarias intervenidas por el Estado, como Bankia, que no sería una banca pública estrictamente. También apostó por la banca cooperativa, aunque también está en peligro por la concentración y, por último, por una banca ética (compatible con la cooperativa), que en España es "una asignatura pendiente". Y para ello, los ciudadanos deben optar por un banco que no financie firmas que perjudican al medio ambiente o fabriquen armas, por ejemplo, aunque oferta un interés menor. "La mejor manera de evitar la exclusión social es evitar la exclusión financiera", zanjó Sanchis.      

El público intervino de manera muy activa y crítica con el actual sistema bancario y su reforma, que ha supuesto la inyección de 61.000 millones de euros para su capitalización, de los cuales "31.000 no serán recuperables", según ha reconocido el propio presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, recordó Torrent. Hubo también adhesiones a la idea de actuar como ciudadano y exigir cambios empezando por el comportamiento de uno mismo, y no sólo criticar de manera pasiva.