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Un vertedero a los pies del cementerio de Majadahonda

Los vecinos de la zona del cementerio piden un lavado de cara y una limpieza inmediata de la escombrera El Ayuntamiento se enteró ayer de la existencia de la escombrera y mandará una inspección

Manuel Viejo
Vista general del vertedero con las obras de ampliación del cementerio.
Vista general del vertedero con las obras de ampliación del cementerio.CARLOS ROSILLO

Compresas usadas, tubos de pasta de dientes vacíos, decenas de cartones de leche, de tomate frito, de zumos de melocotón y de piña, de litronas y centenares de botellas de plástico. Y hasta tres juegos de sábanas usadas. Todo revuelto en dos hectáreas, unos 20.000 metros cuadrados. Todo mezclado con pasto. Es Basura. Desperdicios, desechos, sobras, porquería, suciedad. “No es más que mierda”, concluye una vecina que reside en las inmediaciones del cementerio de Majadahonda (70.000 habitantes) y que prefiere no dar su nombre.

Es eso: un vertedero ilegal. Justo detrás de una centena de nichos del camposanto, actualmente en obras de ampliación. Al lado de donde viven más de 2.000 vecinos que están hartos y cansados. Y que han decidido denunciar públicamente que no pueden más, que quieren que el Ayuntamiento (Partido Popular) lidere un plan de actuación para lavar la cara a esta barriada, que llevan “años” así, que quieren una zona limpia donde vivir y descansar. “Es inaceptable ver cómo está todo esto. Cada vez que paseo a mi perro por la mañana la basura sigue ahí. ¿Es que no van a hacer nada?”, denuncia la vecina.

¿De dónde viene este basurero? ¿Cómo se han acumulado aquí tantos y tantos kilos de desperidicos? “Los fines de semanas se hace botellón aquí, y luego todo queda hecho un asco”, afirma esta vecina.

El Ayuntamiento sostiene que no tenía constancia de este vertedero hasta ayer por la tarde. “Se trata de una parcela privada donde está rota una parte de la valla que la rodea y eso hace que acceda gente y se llene de suciedad”, recalcan a través de un correo electrónico. Sostienen que enviarán una inspección y, “si el estado no es óptimo, se requerirá a la propiedad para que lo limpie, algo que ya se ha hecho en otras ocasiones”.

En estas dos hectáreas se acumulan hasta tres escombreras. La primera, nada más entrar a un campo de fútbol de tierra. La segunda, en el lateral del cementerio; y la tercera, justo detrás de los nichos.

“Nos han subido el impuesto del IBI una barbaridad. Yo antes pagaba 300 euros y algo y ahora pago alrededor de 900”, se lamenta otra vecina que también prefiere ocultar su identidad. Según el ranking tributario de los municipios españoles de 2003, cada majariego pagaba una media de 48 euros anuales en el Impuesto de Bienes e Inmuebles. En la actualidad, estos mismos vecinos pagan 125 euros.

La oposición, liderada por Borja Cabezón (PSOE), defiende que “Majadahonda no es la Beverly Hills que el PP quiere vender. No se entiende que el alcalde haya duplicado el IBI los últimos años y luego haya zonas abandonadas y abonadas a ser un espacio de basura y botellón permanente”.

El Ayuntamiento cerró las cuentas de 2012 con un beneficio de 14.656.788,15 euros y un remanente de tesorería de más de seis millones, según anunció el Consistorio madrileño el pasado marzo.

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Sobre la firma

Manuel Viejo
Es de la hermosa ciudad de Plasencia (Cáceres). Cubre la información política de Madrid para la sección de Local del periódico. En EL PAÍS firma reportajes y crónicas desde 2014.

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