Puig reclama a Fabra que cumpla la palabra dada y no haga más recortes
La oposición cree que el Consell tiene un problema serio de credibilidad
El Gobierno valenciano se apresta para afrontar otro curso complicado. La pretensión del Consell de seguir reduciendo el déficit de la Generalitat a base de aplicar nuevos recortes sociales y la falta de puentes con la oposición se tradujo ayer en seria advertencia del secretario general del PSPV-PSOE, Ximo Puig: “Exigimos que no se incluya ningún recorte adicional sobre los presupuestos de 2013”.
Puig, que ayer analizó con su equipo económico la gestión del Consell ante la crisis, sentenció: “El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, tiene que cumplir con los empleados públicos, a los que prometió que los esfuerzos serían temporales y se limitarían a 2012 y 2013”.
“Los presupuestos de la Generalitat de 2014 deben derogar las medidas temporales y si no lo hace será porque el único obstáculo es su incompetencia”, argumentó Puig, que instó al Consell reclamar una financiación adecuada.
No es el único dirigente de la oposición que realiza un diagnóstico en este sentido. El portavoz de Compromís, Enric Morera, también pidió ayer que Moragues explique cuáles son las decisiones que el Consell piensa adoptar y reclamó que Fabra cumpla lo prometido.
Para la oposición, si el Consell prorroga los recortes de salario a los empleados públicos, minará la poca credibilidad que le queda.
El secretario general de los socialistas valencianos recordó la necesidad de ser “serio y solvente con los ciudadanos” y recordó que su partido ha recurrido el decreto del 5 de enero de 2012 —que recortó los salarios a los funcionarios y un tercio de sueldo y horario a los interinos— ante el Tribunal Constitucional, que lo ha admitido a trámite.
“Este Gobierno está absolutamente agotado”, recalcó Puig, quien aseguró que, desde que llegó, Fabra “solo ha tenido ocurrencias y no ha hecho ninguna propuesta de calado para salir de la crisis”. “Intentar trasladar la fiesta de San José a los lunes, contratar un entrenador personal, pagar 300.000 euros para hacerse una foto con la selección de baloncesto y querer reducir el número de diputados, esas han sido sus iniciativas”, afirmó el dirigente socialista, que criticó al Gobierno valenciano por marcharse de vacaciones en plena crisis.
Para Ximo Puig, solo la mejora de las exportaciones no va a sacar a la Comunidad Valenciana de la crisis. “Crecieron un 10% en 2010, un 8% en 2011 y un 3% el año pasado, y eso es un dato importante, pero no nos va a sacar de la crisis, porque la caída del consumo y de la recaudación de impuestos es brutal”, dijo Puig.
Los socialistas creen que las señales que emite el Consell en materia presupuestaria son muy malas. En el último documento remitido por la Generalitat al Ministerio de Hacienda, se señala que las facturas pendientes de pago ascendían a 3.500 millones a 1 de enero y la última estimación indica que serán 5.500 millones a finales de este año.
Además, la orden remitida en julio por la Consejería de Hacienda —para que los distintos departamentos inicien la elaboración de sus presupuestos en 2014— pide tomar como referencia la masa salarial a 30 de junio de este año, que incluye el recorte de salario de los funcionarios.
Los amagos de que el Consell utilizará nuevamente la nómina de los empleados públicos para intentar cuadrar las cuentas públicas ha puesto en pie de guerra a las organizaciones sindicales.
El vicepresidente José Ciscar intentó ayer aplacar los ánimos y anunció una reunión con los sindicatos para “ ver cuál es la evolución del decreto y las conclusiones que se sacan a partir del año próximo”.
Intersindical valenciana advirtió ayer que los recortes del Consell tendrán “una contestación contundente y masiva en todos los sectores que conforman la Generalitat”. “No lo vamos a consentir”, indicó el sindicato, que reclamó una auditoría de la deuda de la Generalitat.
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