Las preguntas que no contestó Mas
La oposición reclama un “compromiso solemne” de dimisión si hay condena y el líder de CDC echa pelotas fuera y traza un “cordón sanitario” exculpatorio
Artur Mas no respondió a las preguntas más comprometidas de la oposición y acabó renunciando al tercer turno de palabra del que disponía. Pese a la disparidad ideológica, hubo coincidencia en reclamarle al presidente de CDC y de la Generalitat un “compromiso solemne” de que dimitiría de sus cargos si el caso Palau acabase en condena.
No hubo respuesta y las explicaciones de Mas se limitaron a trazar una suerte de “cordón sanitario” -en expresión del líder de Iniciativa, Joan Herrera-, a la espera de que el juicio pueda finalizar en condena.
El líder nacionalista repetió en varias ocasiones que se creía a pies juntillas los argumentos exculpatorios sobre la financiación ilegal de CDC que había escuchado de personas de su “máxima confianza”. Pero no identificó a quién se refería, pese a que se lo reclamaron de manera insistente los portavoces parlamentarios. Incluida Marta Rovira (ERC), que ayer se quitó la gorra de socio de gobierno en algún momento.
Albert Rivera (Ciutadans) fue el único presidente de grupo que acudió a la comisión de asuntos institucionales. El líder de Esquerra Oriol Junqueras tenía compromisos de agenda y entró a la sala en mitad de la comparecencia y la siguió desde un lugar discreto.
El primer secretario del PSC, Pere Navarro, se ausentó porque el partido pensó “que era mejor que interviniera su portavoz”, Maurici Lucena, y evitar así un “pim pam pum sobre la corrupción”, explicó un portavoz socialista. Por su parte, Alicia Sánchez-Camacho argumentó “un tema personal familiar”, para no acudir. El PP considera, además, que la ausencia está justificada porque Mas debería haber acudido al Pleno del Parlament.
Lucena (PSC) dice que Convergència acudió “dopada” a las elecciones
En el capítulo de las metáforas, Lucena afirmó que CDC “compitió dopada” en las elecciones autonómicas, y preguntó directamente a Mas “si puede prometer que los comicios de 2010 y 2012 los ganó sin ayuda de dinero sucio”. No hubo respuesta, igual que sucedió cuando el representante del PSC preguntó a Mas si no le inquietaban tantos indicios contra CDC. “Necesitamos que prometa que se apartará de sus cargos si hay codena”, dijo Lucena sin obtener tampoco respuesta.
El popular Enric Millo preguntó por la fianza de 3,3 millones de euros impuesta por el juez y que derivó en el embargo de la sede central del partido. También inquirió a Mas para que identificase a los altos cargos convergentes a los que alude otro auto judicial como los inspiradores de la supuesta financiación ilegal y cuya identidad no ha logrado esclarecer la la justicia. Por esa misma cuestión también preguntó Herrera y Mas no respondió a ninguno.
El líder ecosocialista también inquirió sobre si el líder convergente habló con el saqueador confeso Fèlix Millet y dónde. Mas admitió la conversación y detalló que se produjo en Menorca (ambos veranean en Fornells), pero no precisó lo más importante: si el encuentro fue antes o después del inicio del proceso judicial.
Herrera tampoco obtuvo respuesta cuando preguntó sobre la implicación del secretario de inmigración de CiU, Àngel Colom, que recibíó 75.000 euros de Millet para financiar las deudas que acumuló su frustrado proyecto político del Partido por la Indepencia (PI).
La oposición también coincidió en que Mas había desaprovechado una ocasión, la última según varios portavoces, para dar explicaciones. “Ha cavado su propia tumba”, le espetó Albert Rivera, después de decir que el presidente de CiU había acudido a la comisión “a hacer de abogado penalista de ladrones de cuello blanco”.
“O le han engañado o nos está mintiendo”, dijo Quim Arrufat (CUP), quien insistió en preguntar a Mas “porqué calla”. También se quedó sin respuesta cuando le preguntó si tenía constancia de una caja B para financiar Convergència.
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