Un precedente que no gusta a nadie

El acuerdo de mayo sobre la ultraactividad de los convenios colectivos suscrito por las patronales CEOE y Cepyme y los sindicatos CC OO y UGT no es de aplicación en Euskadi salvo acuerdo que lo ratifique. Y no parece que vaya a producirse ya que en Euskadi no gusta prácticamente a ninguna de las partes.

 ELA y LAB descartaron en principio el acuerdo para prorrogar la vigencia de los pactos laborales que decaen a partir del 7 de julio y tampoco aceptan la recomendación de agilizar las negociaciones de los convenios que vayan a caducar, manteniendo su vigencia más allá del 8 de julio mientras se negocia, o en su caso acudir a la mediación y al arbitraje.

Al tratarse de recomendaciones, y ya que son las mesas de negociación de cada convenio sectorial, o de empresa, quienes tienen que decidir sobre su aplicación, no sirve para el País Vasco, donde la representación de CC OO y UGT —la segunda y la cuarta central— no es suficiente, salvo en unos pocos casos, para aplicar las directrices emanadas del acuerdo nacional.

Pero tampoco gusta a la patronal. El secretario general de la Federación Vizcaína de Empresas del Metal (FVEM), Jaime Fernández, también hizo una interpretación negativa del mismo, al considerar que se trata de una decisión más para la galería que efectiva, que no evita nada y si acaso se limita a dar más tiempo, prolongando al tensión de la negociación. “¿Qué va a resolver un mediador, cuando, en nuestro caso, llevamos año y medio negociando?”, se preguntó. Es el momento de las soluciones imaginativas para resolver un atasco laboral desconocido.