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La patronal catalana del metal pagó en negro a sus empleados durante años

El expresidente Antoni Marsal queda en libertad con cargos tras abonar una fianza de 60.000 euros

Jesús García Bueno
El expresidente de la UPM, Antoni Marsal.
El expresidente de la UPM, Antoni Marsal.GIANLUCA BATTISTA

La investigación judicial sobre el presunto desfalco de la Unión Patronal Metalúrgica (UPM) ha revelado una serie de prácticas irregulares. Dos cargos de la entidad —que aglutina a 18.500 empresas del sector y es una de las más potentes de Fomento del Trabajo— admitieron la semana pasada, en su declaración como imputados, que los responsables de la UPM pagaron en negro parte del sueldo a los trabajadores durante años.

Magda Grau, jefa de formación de la patronal, y Cristina López, responsable de contabilidad, reconocieron que recibieron cobros extraordinarios al margen de su salario. Pero los justificaron como “gratificaciones” o “aguinaldos” que los jefes abonaban a los empleados “en verano”. “A veces también se les daba por Navidad, rondaban las 100.000 pesetas cada bonificación y se cobraron algunos años”, según la declaración de Grau, a la que ha tenido acceso EL PAÍS. Grau afirmó que ignora cómo se justificaban, en la contabilidad de la UPM, esas cantidades.

En la causa figura una relación de cheques pagados a los trabajadores de esa forma. Según López, se trata de “pagos para las personas que intervienen en la negociación del convenio (...) y en agradecimiento a su labor se les paga como dietas y desplazamientos”. La jefa de administración afirmó que esas pagas “se contabilizaban como gastos”. López admitió haber cobrado “aguinaldos que no estaban reflejados en su nómina”, pero solo durante “dos o tres años” y “nunca en dinero negro”.

Dos cargos de la UPM justifican los cobros como “aguinaldos” y “gratificaciones”

Los presuntos pagos en negro se realizaron antes de que, en 2006, Antoni Marsal asumiera la presidencia de la UPM. Marsal fue detenido hace unas semanas y es el principal implicado en la presunta trama de desvío de fondos. Los investigadores consideran que cobró más de 600.000 euros de la UPM a través de empresas ficticias y por servicios que nunca prestó. Según las dos cargos de la patronal, que siguen en el puesto, bajo la presidencia de Marsal no cobraron ninguna gratificación irregular. Según fuentes cercanas al empresario, fue él quien trató de erradicar esa práctica que habían mantenido sus predecesores.

El empresario ha permanecido en prisión hasta la semana pasada, cuando la juez decretó su puesta en libertad previo pago de una fianza de 60.000 euros. La titular del juzgado de instrucción número 18 de Barcelona considera que ya no hay riesgo de que destruya pruebas.

Hace un año, Marsal dimitió de su cargo después de que los trabajadores de la UPM enviaran una carta a la junta directiva en la que denunciaban las irregularidades. Curiosamente, dos de las firmantes de aquella misiva eran Grau y López, hoy imputadas como presuntas colaboradoras del desfalco. Ambas autorizaron, según la juez, los pagos ilícitos a las empresas de Marsal.

Marsal usó, presuntamente, dos empresas para cobrar de la UPM. La mitad del dinero desviado (310.000 euros) procedía de subvenciones del Estado y la Generalitat para cursos de formación. El directivo está imputado por malversación de fondos públicos. La Guardia Civil ha descubierto al menos dos cuentas corrientes en paraísos fiscales. El año pasado, Marsal se acogió a la amnistía fiscal para regularizar una de ellas.

En su declaración, Grau dijo que firmó las facturas por orden de Marsal y que “no estaba en posición de discutir” con él ni de comprobar que los trabajos se hicieran. Decidió sumarse a la denuncia, dijo, cuando vio los cobros “desproporcionados” que se había atribuido Marsal. Grau admitió que su marido es director de la emrpesa CIEF, la que más fondos por formación ha recibido de la UPM (siete millones). Según Marsal, la jefa de formación se puso en su contra porque quiso diversificar el mercado.

El que fue número dos de Marsal, Ángel Hermosilla, y su mujer, también declararon ayer por haber cobrado de la patronal. Hermosilla, defendido por el abogado David Aineto, afirmó que cobró a través de facturas emitidas por su mujer un aumento de sueldo que no la entidad no le había pagado. Hermosilla afirmó que exigió explicaciones a Marsal cuando supo que cobraba de la UPM de forma irregular.

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Sobre la firma

Jesús García Bueno
Periodista especializado en información judicial. Ha desarrollado su carrera en la redacción de Barcelona, donde ha cubierto escándalos de corrupción y el procés. Licenciado por la UAB, ha sido profesor universitario. Ha colaborado en el programa 'Salvados' y como investigador en el documental '800 metros' de Netflix, sobre los atentados del 17-A.

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