Las obras de Gallardón y la crisis atenúan el ruido del tráfico en Madrid

Los 10.000 millones de euros en infraestructuras que gastó el anterior alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón entre 2003 y 2011, así como el descenso de tráfico provocado por la crisis (en las vías regionales, por ejemplo, lleva ya cinco años de bajadas consecutivas, la última del 5%), han provocado una disminución considerable del ruido excesivo (es decir, superior a los umbrales legales) que deben soportar los vecinos de la capital tanto de día como de noche.

Según el estudio presentado esta mañana por la regidora, Ana Botella, la población expuesta a niveles “que no son razonables” se ha reducido desde 2006 del 20% al 15% del total en horario nocturno y del 5,7% al 4,1% en horario diurno. Este mapa del ruido, realizado a partir de 70 millones de mediciones durante un periodo de dos años y fechado en 2011, concluye que hay 132.000 personas expuestas a niveles de ruido excesivos en la capital (50.000 menos que cinco años antes) durante el día y 483.000 durante la noche (160.500 menos).

Este resultado ha sido calificado de “alentador” por Botella, que lo ha achacado al soterramiento de la M-30 bajo el parque de Madrid Río, y a las peatonalizaciones y restricciones de tráfico llevadas a cabo fundamentalmente en el distrito Centro. El Ayuntamiento ha destacado precisamente estas dos zonas en su exposición de los resultados del estudio: en Centro, el porcentaje de población castigada por un exceso de ruido ha pasado del 24,6% al 5,3% de día, y del 43,4% al 19% de noche. En Carabanchel, uno de los distritos más beneficiados por el soterramiento de la M-30, ha pasado del 7,9% al 3% de día, y del 23,1% al 12,2% de noche. En cualquier caso, tanto Botella como el concejal de Medio Ambiente, Diego Sanjuanbenito, han puntualizado que se trata de una medición científica y no de una representación de las molestias ocasionadas por el ruido, que tienen siempre “un componente subjetivo”.

De igual forma, es importante destacar que este estudio sólo toma en consideración el ruido provocado por el tráfico de vehículos, tanto en las calles como en las carreteras de competencia municipal (los tramos correspondientes de las autovías radiales, la A-42, la M-23 y la M-607), y de trenes y metro. Fuera se queda el ruido del ocio nocturno, sobre el que se ha elaborado una cartografía complementaria pero que el Ayuntamiento no ha hecho pública excepto en el caso del distrito Centro, considerado zona de protección acústica especial y sometido a medidas normativas específicas.

“No podemos admitir el ruido del ocio nocturno como una situación estable y constante, como sucede con el tráfico, porque estamos luchando contra él”, ha explicado la alcaldesa, que considera que en los últimos meses “ha habido un avance incuestionable” en esta batalla, pese a la opinión en contra de los vecinos afectados. “Soy plenamente consciente [de ese problema], y estamos trabajando para que disminuya ese ruido, muy agresivo, que no se debe a lo que sucede dentro de los locales de ocio nocturno sino en sus puertas”, añadió la alcaldesa, en referencia al botellón.

 El mapa del ruido del tráfico tiene además una lectura negativa para algunos barrios y distritos de la ciudad, donde, pese a las obras o precisamente por ellas, ha aumentado. Es el caso de Puente de Vallecas, Villa de Vallecas y Fuencarral, donde el desarrollo de nuevos barrios ha incrementado el porcentaje de personas sometidas a un ruido excesivo. Lo mismo ha sucedido en Retiro y Moratalaz, pero en este caso debido a que las obras de la M-30 han aumentado el tráfico por esta vía y sus aledaños, pero en esas zonas, al contrario que en el área de Madrid Río, no se ha soterrado. En Chamartín, Chamberí, Hortaleza y San Blas ha subido el número de personas expuestas a un ruido excesivo de día, pero ha disminuido notablemente en horario nocturno.