El fiscal mantiene que Mangouras fue el gran culpable de la marea negra
Nunca Máis sigue imputando al excargo de Fomento en la recta final del juicio
Todo el peso de las acusaciones por el desastre del Prestige, tras siete meses de juicio en A Coruña, sigue recayendo en el septuagenario capitán del petrolero, Apostolos Mangouras. La Fiscalía informó ayer al tribunal que no ha variado un ápice su posición de cargar en el marino toda la culpa: mantiene su petición de 12 años de prisión por un delito contra el medio ambiente y otro de daños en espacio protegido, además del pago de una multa de 43.000 euros así como una indemnización récord, reajustada en 4.328 millones de euros, a pagar de forma solidaria por la aseguradora londinense del buque, The London Steam-Ship Owners' Mutual.
Es esta la única sociedad del enrevesado entramado empresarial del viejo petrolero de bandera de Bahamas, propiedad liberiana y armadora con sede en Atenas que la justicia española logró señalar como responsable civil directa de la catástrofe. Y a través del anciano capitán, buena parte de los 55 personados como acusación en este juicio buscan que pague la factura de la marea negra.Los largos meses de proceso judicial, iniciado en noviembre pasado cuando se cumplía una década del accidente, tampoco han movido la posición del Estado español, que también centra en el capitán sus acusaciones, en las que incluye los delitos de desobediencia y resistencia a las autoridades. Inamovible es igualmente la petición de penas de otra de las principales partes personadas, la plataforma ciudadana Nunca Máis: además del capitán griego, para el que pide cinco años y seis meses de prisión, sigue también reclamando pena de cárcel (cinco años y un día) para el exdirector general de Marina Mercante del Ministerio de Fomento José Luis López-Sors, único representante del Gobierno en el banquillo.
A quien sí le valió este largo juicio para lograr una rebaja de las peticiones iniciales de condena fue al jefe de máquinas del Prestige, el griego Nikolaos Argyropolous. El Estado, entre otros, ha decidido dejar de imputarle un delito contra el medio ambiente. Tan solo se enfrenta ahora a una condena de seis meses de prisión por desobediencia y resistencia grave durante las primeras horas del siniestro. La Xunta también rebajó su solicitud para Argyropolous, al que ya no considera autor de daños ecológicos, aunque sí cooperador necesario.
El fiscal Álvaro García Ortiz tan solo ha reajustado su estimación de daños causados por la gigantesca y prolongada marea negra, fijando su reclamación definitiva en 4.328 millones de euros. De esa cifra 2.433 millones corresponden a Galicia. Y pide además 1,2 millones para la Xunta por las supuestas 10.000 toneladas de lodos de la catástrofe que aún siguen almacenados sin tratar.
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