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EUSKERA

Empleados del Gobierno ven inadecuados los perfiles lingüísticos a sus puestos

Un informe del Ejecutivo muestra la diferencia entre el conocimiento y el uso del euskera

La asignación de perfiles lingüísticos en la administración pública vasca “se ha guiado más por intereses que por criterios técnicos” según los expertos, y los trabajadores consideran que es necesario actualizarlos y adecuarlos a los puestos de trabajo. Son dos de las muchas conclusiones de un informe que han presentado esta mañana en el Parlamento la consejera de Política Lingüística, Cristina Uriarte, y el viceconsejero de esta área, Patxi Baztarrika, que ha insistido en varias ocasiones en que las ideas vertidas en él son “percepciones” y no datos que puedan ser tratados estadísticamente. El estudio, reclamado por la propia Cámara en 2010 y elaborado en 2012, recoge las opiniones de 26 técnicos de normalización lingüística y 76 trabajadores del Gobierno.

Son algunos de los propios técnicos los que se muestran críticos sobre la utilidad del sistema de perfiles, ya que “debería haber servido para aumentar la utilización del euskera en la administración” cuando “ese es precisamente el mayor fallo del sistema”. “Dentro de este chaparrón de percepciones, la disfunción mayor está en que se acredita el nivel y no se utiliza el euskera”, ha reconocido durante su comparecencia el viceconsejero, que se ha mostrado “enormemente preocupado” por esta situación, aunque al mismo tiempo ha valorado que gracias a los perfiles la mitad de los trabajadores sabe euskera.Muchos de los técnicos de normalización lingüística insisten en el escrito en la necesidad de es "acertar  en el salto del conocimiento al uso" del euskera.

Baztarrika reconoce estar preocupado por el escaso uso del euskera en la Administración

Un conocimiento que, para los especialistas del propio Ejecutivo "no garantiza la utilización real del euskera", ya que se considera que está "muy alejado  del lenguaje realmente utilizado en el puesto". Los exámenes también son, a ojos de los especialistas, excesivamente generales y en ocasiones no están homogeneizados entre unos y otros. Tanto los normalizadores lingüísticos como el resto de trabajadores encuestados creen que el Gobierno ha dedicado "gran cantidad de recursos a la euskaldunización" un esfuerzo que "no se ha visto acompañado del correspondiente avance en el proceso de normalización lingüística", según se recoge en las conclusiones del estudio.

Los trabajadores euskaldunes valoran más positivamente este hecho en comparación con los que están aprendiendo euskera y, en este último grupo, los más negativos son aquellos que no logran sus objetivos en la acreditación de perfiles. Los interinos, aquellos cuya fecha de preceptividad para acreditar el euskera está cercana o los de edad avanzada también muestran una visión muy crítica contra el sistema.

Técnicos de normalización lingüística consideran que el euskera que se enseña a los funcionarios está "muy alejado del lenguaje realmente utilizado en el puesto"

El viceconsejero Baztarrika ha asegurado que “hay que seguir mejorando” el sistema, porque ha reiterado que “no somos neutrales ante el desequilibrio lingüístico del euskera, como Gobierno apostamos por una sociedad bilingüe y eso supone que el bilingüismo sea lo más equilibrado posible, no nos conformamos con la situación de perfecto desequilibrio” actual. Para ello “tenemos que intervenir”, ha asegurado aunque después ha matizado que no aplicarán todas las medidas que propone el informe.

Baztarrika ha asegurado que “aquí no hay imposición lingüística, aquí hay cosas que se pueden o deben hacer mejor, no hay unos derechos pisoteados”, en respuesta a las declaraciones de algunos de los grupos.

Los grupos han prometido estudiar el extenso informe, de 287 páginas, pero de entrada han trasladado sus reflexiones a los responsables del Ejecutivo. El socialista Vicente Reyes ha remarcado el “consenso” en torno al euskera y ha destacado que ”no hay ninguna posibilidad de avanzar si no apuntamos todos hacia el mismo sitio”. “Hay una tensión permanente, que puede ser positiva, entre el aprendizaje del euskera y la satisfacción, que va ligado a su uso”, ha reconocido, para después reclamar la “no vulneración de los derechos individuales”.

La parlamentaria del PP Laura Garrido ha valorado el informe porque a su juicio plasma “ideas que se escuchan en la calle”. Garrido ha destacado su preocupación por el hecho de que los perfiles exigidos no se correspondan con las necesidades ni con el uso del euskera. “No se garantiza el principio de acceso a la función pública en muchas ocasiones”, ha insistido. El más negativo ha sido Gorka Maneiro (UPyD) que ha censurado el “absoluto disparate” que suponen los perfiles lingüísticos y se ha referido incluso a casos de “personas agobiadas hasta su expulsión de Euskadi” por no cumplir con ellos.

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