La oposición tumba a Trias y aprueba un plan para que Mas salde la deuda
El alcalde desoye la idea y solo informará trimestralmente sobre los impagos de la Generalitat, que llegan a 223 millones de euros
““No se ría señor Trias. ¿De qué se ríe? Deje de estar callado. Deje de estar sentado ¡Levántase y hable! Que eso es la política. ¿Esa es la forma de afrontar el debate?” Jordi Martí, líder del grupo municipal socialista, culminó así el agrio debate celebrado ayer en el Pleno del Ayuntamiento de Barcelona en el que toda la oposición censuró la decisión del alcalde de no exigir con firmeza ante la Generalitat la deuda que tiene con el Consistorio. Los 27 concejales de la oposición —11 del PSC, 9 del PP, 5 de Iniciativa y 2 de UpB— impusieron su mayoría a los 14 ediles de CiU y aprobaron tres propuestas para conocer a través de la Intervención General del Ayuntamiento el alcance real de la deuda (223 millones, según el Gobierno) y fiscalizar su devolución.
Del disfraz de Colon al toro de Osborne
Colón seguirá luciendo la camiseta del Barça durante días. Trias rechazó los ruegos del PSC e Iniciativa para que retire ya de la escultura el uniforme azulgrana. "Eso supondría un grave perjuicio económico para la ciudad", alegó el alcalde. Martí tachó de "gesto grotesco y hortera sin parangón" disfrazar el monumento y Ricard Gomà acusó a CiU de convertir las plazas en escaparates de concesionarios de coches. Esa reproche lo sostiene también Portabella. Fernández Díaz deploró el uso del icono y logró que CiU acepte revisar la ordenanza de paisaje urbano. "La marca publicitaria ha metido un gran gol", dijo sobre los 94.000 euros que pagó. Antoni Vives (CiU) contraatacó recitando y mostrando fotos de monumentos disfrazados por el gobierno de izquierdas: "Vistieron al obelisco del Passeig de Gràcia de lápiz y faro; a Colón le pusieron un huevo gigante y colocaron una gran lona ante La Farinera con la imagen del toro de Osborne".
En una de sus pocas intervenciones, Trias arremetió contra Gomà por criticar que el Ayuntamiento renuncie a cobrar los 25 millones que cedió a la Generalitat por Spanair: “El último gobierno dio 48 millones a esa compañía. Usted es el ejemplo de Colón. Cambia de camiseta cada día”. CiU y PP habían rechazado poco antes un plan de ICV para invertir 63 millones en equipamientos en Nou Barris. La sesión acabó con una declaración pidiendo la destitución de Llanos de Luna, delegada del Gobierno, por dar un diploma a la División Azul.
La victoria de los cuatro grupos supuso un varapalo para Xavier Trias que ya había sufrido derrotas en las ordenanzas y en proyectos urbanísticos. Los nacionalistas rechazaron todas las medias y solo anunciaron que cada tres meses presentarán un informe sobre la evolución de la deuda. Según CiU, a 31 de diciembre de 2012 era de 226 millones, de la que la Generalitat saldó 20 millones en este primer cuatrimestre de 2013. Sin embargo, la cifra resultante de 206 millones ha vuelto a dispararse hasta 223 millones. La bola ha crecido este año con otros 17 millones por transferencias que la Generalitat debería haber hecho al Ayuntamiento. En total, ha abonado este año 24 millones de euros.
Tras siguió impasible el debate mientras la democristiana Sònia Recasens acusaba a la izquierda y al PP de “mentir” por sostener que la deuda pone en peligro las arcas municipales. Recasens basó su defensa en cuatro indicadores económicos: que preservan la solvencia económica; que pagan a 30 días; el déficit cero de 2012 —superávit de 60 millones—, y que no hay riesgo de contagio financiero. El popular Alberto Fernández Díaz cuestionó el análisis si no se frena “la deuda disparatada” y deploró que la Generalitat trate a Barcelona como “su pedanía”. El ecosocialista Joaquim Mestre denunció el “regalo” de 25 millones a Spanair y Jordi Portabella, de UpB, logró que CiU estudiara que la Generalitat ceda al Consistorio patrimonio como activo de futuro y explotarlo en régimen de alquiler. “¡El problema de fondo es que el Estado no nos paga y aún no se lo he oído decir al alcalde!”, se quejó airadamente el republicano. Martí lamentó que su plan de crear una comisión bimensual entre Gobierno y oposición pueda caer en saco roto y reprochó a Trias que no vaya a cumplir su palabra de que respetaría las votaciones aprobadas por mayoría del Pleno. “El 27 a 14 da idea de su soledad política”, le espetó. El alcalde siguió mudo y en otro turno de preguntas deslizó: “Yo actúo a mi manera: con mucha paciencia. Ha habido muchas actuaciones provocadoras pero no voy a caer en ellas. Hacer de alcalde es mi obligación”.
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