La Iglesia tira la toalla en Úbeda
El templo renacentista de San Lorenzo, en estado de ruina, lo rehabilitará una fundación privada Obispado y Ayuntamiento han sido incapaces de llegar a un acuerdo
La Iglesia ha descargado en una fundación privada la responsabilidad de la restauración de un templo renacentista que está en estado de ruina y en grave riesgo de derrumbe. El templo de San Lorenzo de Úbeda (Jaén), cuyo arco de entrada fue declarado en 1985 Bien de Interés Cultural (BIC), se encuentra en la Lista Roja de Patrimonio y durante los últimos años ha sido el mejor exponente de la incapacidad de la Iglesia para preservar los monumentos de su titularidad y de los desencuentros con las autoridades locales de esta ciudad declarada, junto a la vecina Baeza, Patrimonio Mundial por la Unesco.
El obispo de Jaén, Ramón del Hoyo, ha firmado un convenio para la cesión de esta iglesia, cerrada al culto desde la Guerra Civil, a la Fundación Huerta de San Antonio, promovida por tres hermanos ubetenses con la finalidad de recuperar un entorno repleto de vínculos familiares. La cesión se ha hecho por un periodo de 50 años, prorrogables por otros 10 más, y la fundación le dará un uso cultural a este monumento.
El acuerdo prevé la inversión inicial de 240.000 euros, la mitad entre el Obispado jiennense y la otra mitad entre los patronos de la fundación. “Es un dinero para las obras de emergencia y consolidación del templo, después habrá que asumir la rehabilitación”, expone Manuel Berlanga, uno de los miembros de esta fundación que preside su hermano Nicolás, funcionario de relaciones exteriores de la Unión Europea destinado en Camerún. En el plazo de tres meses se dispondrá del proyecto de rehabilitación, donde las necesidades financieras serán mucho mayores y donde la fundación espera contar con la colaboración de más patronos y de instituciones públicas.
El Ayuntamiento de Úbeda y el Obispado han sido incapaces de alcanzar un acuerdo para la restauración de este templo, fracasando incluso la propuesta municipal para una permuta de suelo público que el Obispado rechazó. Presionado por una importante plataforma social y por la toda la oposición, el alcalde ubetense, José Robles, del PP, no logró que el Obispado asumiera las obras de consolidación del templo. “Estamos preocupados desde hace mucho tiempo por San Lorenzo, los ubetenses tenían razón en defender y reivindicar soluciones, pero en ocasiones hay que dejar pasar el tiempo para encontrar la mejor opción”, justificó el obispo de Jaén durante la firma del convenio.
El mes pasado, una parte del tejado de la casa anexa a la iglesia de San Lorenzo se desplomó. Pero los técnicos han alertado del riesgo que presenta también la bóveda barroca de yesería del altar mayor del templo, así como el artesonado renacentista a causa de las goteras de la cubierta. Además, se han detectado grandes grietas y humedades en los muros del templo, y también la espadaña está peligro de derrumbe a causa de la hiedra que la cubre.
La iglesia de San Lorenzo se construyó en el siglo XVI encima del adarve de una muralla almohade. Como centro parroquial estuvo abierta hasta finales del siglo XIX, aunque se cerró definitivamente al culto tras la Guerra Civil, cuando fue saqueada e incendiada. Ahora ha tenido que ser una fundación privada quien dé el paso para sacarla de su abandono y olvido.
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