¿Qué significa “eixordador”?

“¡En el examen de catalán había palabras que no había oído nunca!”, se quejaba Laia Fabregat, alumna de la escuela Reina Violant de Barcelona, al finalizar las pruebas que evalúan la competencia básicas de los alumnos de sexto de primaria, que no puntúan y solo sirven para que la Administración vea dónde y porqué cometen fallos los alumnos para subsanarlos mediante la política educativa. Como Laia, 70.812 alumnos se someten entre ayer y hoy a estos exámenes que evaluarán a los estudiantes en las dos lenguas cooficiales, en inglés y en matemáticas.

La jornada de evaluación se inició ayer con la prueba de catalán, con textos de Emili Teixidor y otro de la Enciclopedia Catalana sobre las prácticas de los trineos arrastrados por perros. También se pasó el examen de matemáticas, lleno de problemas prácticos a resolver.

Algunos alumnos del colegio Reina Violant se quejaban de la dificultad de palabras, como eixordador (ensordecedor) en la comprensión escrita en la prueba de catalán. Otros alumnos, en cambio, la encontraron fácil. “Había preguntas muy obvias y no hacía falta leer el texto, eran de lógica”, terciaba Guillem Farigola. Para este alumno, lo peor fue el dictado. “Había un texto con huecos a rellenar. El dictado era grabado, pero iba muy deprisa y estaba con mucha tensión”, confiesa.

Su compañera, Joana Roura, destacaba la dificultad del examen de matemáticas. “Había cosas que las habíamos visto muy por encima en clase”. Esta alumna salió contenta de las pruebas, aunque no las encontró fáciles. “En clase estuvimos practicando con el examen del año pasado y las pruebas de hoy [por ayer] eran más difíciles”.

Hoy tocarán los exámenes de castellano y lengua extranjera. Una de las novedades de este año es que los alumnos deberán hacer una redacción en inglés.

La jornada de ayer estuvo marcada por la protesta de varios grupos de padres que decidieron impedir que sus hijos realizaran las pruebas diagnósticas. Las familias quieren así manifestar su descontento por los recortes. A las pruebas faltaron 23 de los 25 alumnos de sexto de primaria de la escuela Turó del Cargol de Barcelona. Sus padres decidieron no llevar a sus hijos a clase. Tal y como explicaron ayer ante las puertas del centro, las familias rechazan el retroceso que se está produciendo en la educación pública y criticaron que se destinen recursos económicos a la realización de pruebas de evaluación como las de ayer.

También se habían negado 16 familias de la escuela Sant Jordi de Vilanova y tres del colegio Llebetx de este mismo municipio intentaron vetar las pruebas. Pero en este caso los alumnos sí fueron a clase con una nota de los padres pidiendo que sus hijos no participaran en la evaluación. “No ha servido de nada porque la inspección les ha obligado a hacerlas”, comentaban fuentes del AMPA de la escuela Llebetx.

Por su parte, el Departamento de Enseñanza recuerda que las pruebas son obligatorias y que los alumnos del Turó del Cargol “en un momento u otro tendrán que pasarlas”. Enseñanza admite que esta evaluación no consta en el expediente del alumno, “pero sí es útil para cuando pasen a la secundaria, porque sirve para detectar los puntos débiles del estudiante a mejorar”, apuntan desde el departamento, que aseguran que el coste de las pruebas no supera los 10 euros por alumno.