Urkullu hablaría de futuros ingresos si se evita devolver las Cuentas
La coalición ‘abertzale’ presenta sus enmiendas a la totalidad y el PP ayudaría al PNV
Con la cuenta atrás sobradamente iniciada para el final de lo que se ha convertido en una interminable maratón política y mediática, el Gobierno sigue escenificando sus intentos de alcanzar acuerdos con la oposición para sacar adelante las primeras cuentas de la etapa de Iñigo Urkullu.
Su portavoz, Josu Erkoreka, aseguró tras la reunión semanal del Ejecutivo, y pese a los llamamientos a la discreción de su jefe y los suyos, que el documento de mínimos al que el lehendakari ha confiado sus últimos cartuchos en el trámite presupuestario, se lanzan propuestas sobre cómo gastar los 9.316 millones de euros existentes para este año. Pero también de los ingresos, aseguró, la condición indispensable de la que, hasta la fecha, no se han apeado los socialistas, el voto que el Ejecutivo busca, y la coalición EH Bildu.
Ingresos sí, pero nada de tocar el techo de gasto que el documento mantiene inamovible en 9.316 millones. Solo aquellos “hipotéticos” ingresos que puedan llegar en función de las condiciones económicas, como recordó el portavoz, están abiertos. Hay margen para “plantear una previsión de reacción respecto a la hipótesis” de que realmente existan esos ingresos, aseguró. El documento, según varias fuentes, habla de negociar con la oposición el destino de esos ingresos para emplearlos en medidas de estímulo económico... pero no en esta tercera ronda de contactos, sino después de que se aprueben los presupuestos. “Cuando me apruebes los presupuestos hablamos de ingresos”, es lo que interpretan fuentes de la oposición. La negociación de estas cantidades quedaría, por tanto, condicionada, en primer lugar, por la premisa de evitar la devolución de los presupuestos el viernes de la semana que viene en el pleno de la Cámara. La oposición en su conjunto ha coincidido en criticar el tijeretazo que sufre el departamento estratégico para la reactivación de la economía, el de Desarrollo Económico, que pierde un 26%.
Erkoreka confirmó que el escrito no solo habla de presupuestos, sino del “conjunto de la acción política del Gobierno”. Fuentes que han tenido acceso al documento explican que, a la reforma fiscal, se suman en él medidas para luchar contra el fraude. Una vez más, el portavoz señaló que el escrito “hace un planteamiento de responsabilidad y colaboración que esperamos tenga respuesta en la misma clave por parte de los interlocutores”.
Entretanto, lo que ocurre es que el Gobierno gestiona la actual prórroga sin excesivos problemas al tiempo que tanto él como los grupos arrancan las hojas del calendario sin grandes novedades, pese a la ingente atención mediática que se está prestando a la negociación —”no negociación”, según algunos— del proyecto de presupuestos, con una falta de avances que ha llevado incluso a la repetición de titulares.
Ayer fue el turno de nuevos contactos con el PP, que salió del encuentro con Urkullu con una postura favorable al acuerdo, un acuerdo insuficiente —sería preciso sumar al menos a UPyD— ya que si el resto respaldasen la devolución de las cuentas ganarían la votación. Al PSE, que abrió la ronda de contactos el lunes, únicamente se le arrancan comentarios recelosos y quejas relacionadas con la insuficiencia de un documento que consideran la mera compilación de planteamientos genéricos que el lehendakari ha planteado antes. La ronda con los partidos finalizará hoy por la mañana, con reuniones del lehendakari con EH Bildu y UPyD a dos días de que finalice el plazo de presentación de enmiendas al proyecto de presupuestos.
La enésima prueba del estrecho margen de negociación presupuestaria a última hora con el que se estaría encontrando Urkullu es que, minutos después de reunirse con la coalición abertzale, su portavoz Laura Mintegi ha convocado ya a los medios de comunicación para tener prueba gráfica de la presentación de sus dos enmiendas a la totalidad, tras una rueda de prensa. UPyD pedía ayer tiempo para conocer los planteamientos del Gobierno antes de dar fechas de presentación de la enmienda a la totalidad que su parlamentario, Gorka Maneiro, ha reiterado si no se toman medidas como el cierre de las delegaciones en el exterior.
En los pasillos del Parlamento no son pocos los que se preguntan si los socialistas sucumbirán a los hasta ahora insuficientes acercamientos del Gobierno —intercalados con importantes tirones de orejas de Urkulu y Andoni Ortuzar al PSE—. Por el momento, los socialistas ya han anunciado que no presentarán enmiendas parciales, lo que limitaría su margen de negociación.
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