Margallo rechaza una financiación “singular” para Cataluña

Al modelo de financiación "singular" para Cataluña que defiende la presidenta del PP en esta coumidad, Alicia Sánchez-Camacho, le cuesta encontrar partidarios en su propio partido. El primero en desmarcarse de esta reclamación fue el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, y ayer le siguió el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, quien desde Barcelona apeló ayer a la “negociación y al consenso” para resolver asuntos como la financiación autonómica.

Margallo, que se runió con Francesc Homs, consejero de la Presidencia, y saludó a Artur Mas en el Palau de la Generalitat,  aventuró que el debate sobre la nueva fórmula de cálculo podría aplazarse en aras al consenso. Con todo, recalcó que en ningún caso debe instaurarse un modelo “singular” para una autonomía al considerar que no sería beneficioso ni para la propia comunidad.

La tesis de Margallo choca frontalmente con la demanda de Sánchez-Camacho, que ayer no acudió al almuerzo-coloquio en el que participó el ministro. La líder catalana pide para Cataluña una financiación singular sin salir de las autonomías de régimen común. Su propuesta pasa por limitar la solidaridad para que Cataluña no pierda posiciones en el ranking de renta per capita. Es lo que aprobaron los populares catalanes en su último congreso y lo defendieron en la reunión del pasado miércoles en Madrid entre los responsables de Economía de cada comunidad y el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.

Recuperación

El sistema de financiación vigente vence este año, pero Margallo considera que la revisión debería afrontarse cuando España entre en la recuperación económica, lo que permitiría compensar económicamente a aquellas autonomías perjudicadas por una posible reducción de la solidaridad territorial. El ministro enmarcó la mejora de la financiación autonómica entre las tres principales reivindicaciones que tienen los catalanes, así como las infraestructuras, y la defensa de la lengua y la cultura.

A la espera de que el Gobierno fije el objetivo de déficit para las comunidades autónomas, Margallo considera que no sería “disparatado” que el Estado estableciese un porcentaje asimétrico para cada comunidad si la Unión Europa flexibiliza el techo de gasto. “Una cosa es hacer dieta, y otra, querer perder 20 kilos en tres días”, declaró.