La huella del modisto en Barcelona

La influencia de Cristóbal Balenciaga en la alta costura de Barcelona y en los "grandes" diseñadores de la capital catalana, entre los años 30 y 70, vertebra la primera exposición temporal que el museo dedicado al modista ha programado para 2013. Esta influencia se concreta a través de los trajes expuestos y firmados entre otros por Pedro Rodríguez, Manuel Pertegaz, Asunción Bastida, Carmen Mir, Rosser, Santa Eulalia o El Dique Flotante. La muestra se podrá visitar hasta el 15 de septiembre.

Balenciaga y la alta costura en Barcelona. Proximidades y distancias se ha presentado esta mañana por el comisario de la exposición, Josep Casamartina i Parassols, historiador, crítico de arte y director de la colección textil Antoni de Montpalau. También han participado en el acto, el alcalde de Getaria, Nicanor Lertxundi, y el director del museo, Javier González de Durana.

La muestra descubre a través de trajes, bocetos y bordados la edad dorada de la alta costura catalana y la influencia de Balenciaga en la misma. Para ello Casamartina ha hecho una gran labor de investigación tal y como ha señalado. El comisario de la exposición ha rastreado la huella de Cristóbal Balenciaga en Barcelona, ciudad en la que tuvo un taller entre 1935 y 1968 en un palacete de la calle Santa Teresa.

Casamartina ha reconocido la gran dificultad de rastrear estas piezas, ya que muchas de las clientas del modisto “donaban los trajes al servicio o a la parroquia”. Tras el trabajo de campo ha podido establecer relación con clientas del diseñador, costureras del taller o modelos como Lolita Laporta, quién desfiló para Balenciaga desde los años 40.

La muestra se distribuye en tres salas distintas. La primera sala se centra en las décadas de 1930 a 1940 y el afianzamiento de la relación de Balenciaga con Pedro Rodríguez. La segunda sala aborda la década de 1950, y la última y tercera está dedicada a los 60 y 70, últimos años de actividad del modisto. Precisamente en este espacio se muestra su influencia en diseñadores como Miguel Elola, discípulo suyo, Pedro Rodríguez y Juan Camon, oficial de la casa Eisa en Barcelona.

La exposición se completa con 50 bocetos, 30 bordados y otros objetos, entre ellos, ejemplares de la revista de moda Tricornio, de los años 30, y la proyección de un documental. El audiosivual Balenciaga en Barcelona, la huella oculta recopila testimonios de clientas como María José Mata de Satrústegui y Carmen Mateu de Suque, y colaboradores de la casa Balenciaga en la capital catalana.