Aceptación empresarial y crítica sindical

El plan de empleo presentado por el Gobierno Urkullu fue recibido con aceptación positiva desde el Círculo de Empresarios y Confebask, pero con duras críticas sobre todo desde CC OO y EH Bildu.

El Círculo de Empresarios Vascos lo consideró “muy bienvenido y necesario”, “positivo” que “incida” en la financiación de las pymes y considere “clave” el emprendimiento. No obstante, precisó que será también “necesario” que se arbitren medidas fiscales para que las empresas “se puedan desarrollar más eficientemente y crecer cuando se recupere la economía”.

La secretaria general de Confebask, Nuria López de Gereñu, señaló que el impulso del emprendizaje es “positivo”, pero puntualizó en Onda Vasca que son necesarias medidas “más contundentes”.

Por su parte, CC OO de Euskadi calificó de “poco acertada” la decisión del Gobierno vasco de presentar el Plan de Empleo sin haber haberlo presentado a los agentes sociales. Considera que el lehendakari Urkullu “ha borrado de un plumazo cualquier intento de diálogo ante el empleo”.

Sin conocimiento detallado de las medidas que se plantean, el sindicato concluye que algunas de ellas no son novedosas, ya que forman parte del plan de empleo acordado con el anterior Gobierno Vasco, como es el caso de la cualificación y empleo vinculado a la edificación sostenible, o de otras que ya venían desarrollando y están recogidas en los presupuestos de Lanbide, como los planes de empleo local y comarcal y formación para el empleo.

El secretario general de UGT, Dámaso Casado, a su vez, recordó en ETB que ve “bien” el plan de empleo, pero advirtió de que el recorte de 1.200 millones en los Presupuestos de 2013 es una “locura” que “va a crear más paro” y que al lehendakari “no le queda más remedio que cumplir lo que le mandan desde Europa”.

Desde el ámbito político, EH Bildu tachó de “operación de marketing” el programa del Gobierno Urkullu, al tiempo que defendió que el “mejor plan de empleo” sería instaurar la jornada laboral de 35 horas semanales.

En una nota, la parlamentaria abertzale Belén Arrondo puso en duda la efectividad de la iniciativa impulsada por el Gobierno vasco, que en su opinión “solo trata de esconder la parálisis" del Ejecutivo de Vitoria, con una "serie de cifras carentes de base objetiva real”.